
Los partidos políticos en España han utilizado el Día Internacional de la Mujer como plataforma para expresar sus distintas reivindicaciones. En un contexto marcado por la polarización política, las propuestas y mensajes emitidos por las formaciones son notablemente diversos. El Partido Popular (PP), por ejemplo, ha recurrido a la inteligencia artificial para criticar a los líderes de la izquierda, mientras que Vox ha lanzado un polémico vídeo que relaciona el feminismo con la opresión de la mujer a manos del islamismo.
La estrategia del PP en el 8M
En su campaña, el PP ha difundido un vídeo titulado ‘La manifestación que no vas a ver hoy’, que presenta imágenes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su exministro de Transportes, José Luis Ábalos, mostrando un catálogo de mujeres. La pieza comienza con Begoña Gómez, esposa de Sánchez, luciendo una camiseta con el lema ‘Mujer empoderada’. A lo largo del vídeo, se utilizan fragmentos de la canción ‘Un violador en su camino’, interpretada por el colectivo ‘La tesis’, mientras aparecen figuras relevantes de la izquierda, como la exministra de Igualdad Irene Montero y otros líderes de PSOE, Podemos y Sumar, todos ellos con mensajes que critican la gestión de sus partidos en cuestiones de igualdad. El manifiesto del PP para esta fecha se centra en instar a las mujeres a no aceptar «lecciones sobre los derechos de la mujer» de aquellos que, según su perspectiva, han sido responsables de «pifias legislativas» y de una «demostrada hipocresía».
Vox y su controversial mensaje
Por su parte, Vox ha optado por un enfoque más agresivo al lanzar un vídeo que asocia el feminismo con la opresión de la mujer por el islamismo. La pieza audiovisual comienza con un rótulo que advierte sobre el riesgo de que las costumbres islamistas se extiendan en las sociedades occidentales. El contenido muestra una sucesión de imágenes en las que se alternan mujeres con burka y otras vestidas de forma occidental, acompañado de frases que cuestionan la autenticidad del feminismo actual. Este enfoque provoca un intenso debate sobre la percepción del feminismo y su intersección con la religión y la cultura, generando reacciones diversas en la sociedad española.