
En un contexto donde los mercados emergentes continúan mostrando signos de recuperación, el sector inmobiliario de China, que ha enfrentado serias dificultades en los últimos años, presenta indicios de estabilización. El análisis de UBS, una de las principales firmas de inversión, sugiere que, tras un prolongado ciclo de descenso, comienzan a asomarse señales positivas en el panorama inmobiliario chino.
John Lam, responsable de investigación de propiedades en Asia-Pacífico en UBS, ha indicado que aunque estas señales pueden ser locales y no reflejan una mejora a nivel nacional, son más optimistas en comparación con los períodos anteriores. En particular, se ha observado un incremento en las ventas de viviendas existentes en las principales ciudades chinas, que han aumentado más de un 30% en comparación con el año anterior, según un análisis de CNBC basado en datos de Wind Information.
UBS prevé que los precios de la vivienda en China podrían estabilizarse a principios de 2026, anticipándose a las previsiones anteriores que apuntaban a mediados de ese año. Este pronóstico se basa en la expectativa de que las transacciones del mercado secundario podrían representar la mitad del total para 2026.
Factores que indican un cambio en el mercado
Entre los factores analizados por UBS se encuentran la baja disponibilidad de inventario, el aumento del valor de los terrenos, el incremento en las ventas secundarias y el crecimiento de los precios de alquiler. Estos elementos habían indicado anteriormente un punto de inflexión en el mercado inmobiliario durante 2014 y 2015. Sin embargo, hasta ahora, solo los precios de alquiler han mostrado mejoras significativas.
El gobierno chino ha instado a frenar el declive del sector inmobiliario, que representa una parte considerable de la riqueza familiar y que, hace unos años, contribuía con más de una cuarta parte de la economía. A pesar de las medidas implementadas por el gobierno central y local, la caída ha persistido, en parte debido a la restricción del acceso al crédito para los desarrolladores.
Sin embargo, el reciente anuncio de estímulos más contundentes ha llevado a analistas a prever que el mercado podría tocar fondo a finales de este año. S&P Global Ratings ha reiterado su expectativa de que el mercado inmobiliario de China se estabilice hacia la segunda mitad de 2025, señalando que el aumento en las ventas secundarias podría ser un indicador de recuperación para las ventas primarias.
La participación de capital extranjero también está comenzando a notarse, con desarrolladores de Singapur que han adquirido terrenos en Shanghai, evidenciando un interés renovado en el mercado inmobiliario chino. Esta dinámica refleja no solo la búsqueda de oportunidades de inversión, sino también un reconocimiento de la capacidad de China para adaptarse y buscar soluciones a sus desafíos económicos.
Aunque el mercado todavía enfrenta desafíos significativos, con una inversión inmobiliaria que cayó casi un 10% en los primeros meses del año, los indicios de recuperación en las ventas secundarias y la inversión extranjera sugieren que el sector podría estar en la senda de la recuperación. Sin embargo, la confianza del consumidor se considera crucial para asegurar una recuperación sostenida, lo que resalta la importancia de la estabilidad política y económica en este proceso.