
En el contexto de la creciente tensión entre Estados Unidos y China, la innovación tecnológica se presenta como un campo clave donde las empresas chinas están tomando la delantera. Mientras que las tarifas impuestas por la administración de Donald Trump han planteado desafíos significativos, el avance en inteligencia artificial (IA) emerge como un catalizador para el crecimiento empresarial en el gigante asiático.
En las últimas semanas, numerosas compañías chinas han dado a conocer nuevos productos relacionados con la IA, reflejando un dinamismo notable en el sector. Por ejemplo, Kuaishou, una de las principales empresas de vídeos cortos, ha reportado ingresos superiores a 100 millones de yuanes (aproximadamente 13,78 millones de dólares) gracias a su herramienta de generación de vídeos, Kling, lanzada el verano pasado. Esta tendencia no es aislada; Tencent ha actualizado su modelo de IA para la creación de visuales en 3D, que pueden ser utilizados tanto en videojuegos como en impresión 3D, además de integrar su modelo Hunyuan T1 con su aplicación de chatbot Yuanbao, la cual ha visto un incremento de usuarios activos diarios de 20 veces en solo un mes.
Ventajas del sector tecnológico chino
La ventaja de China como centro de manufactura se traduce en un acceso privilegiado a datos valiosos para el entrenamiento de modelos específicos de la industria. Maxwell Zhou, CEO de DeepRoute.ai, una empresa dedicada al software de conducción autónoma, subraya que el país cuenta con abundantes datos físicos que pueden ser aprovechados para desarrollar IA más efectiva. La compañía anunció recientemente su intención de poner en marcha un sistema de vehículos de entrega autónomos que operará mediante comandos de voz simples, con la esperanza de que esté operativo a principios del próximo año.
A pesar de las incertidumbres que rodean a las empresas de IA, los analistas coinciden en que las compañías chinas tienen una oportunidad favorable de sobresalir en este ámbito. Las herramientas de IA pueden ayudar a reducir costos y mitigar el impacto de una desaceleración económica. Según Ding Wenjie, estratega de inversión en China Asset Management, el impacto combinado de estas tecnologías está elevando las expectativas de crecimiento de las ganancias corporativas en el país para el próximo año.
Sin embargo, el verdadero reto para la economía china no es únicamente la competencia internacional o las tarifas, sino la necesidad de discutir temas más profundos y estratégicos. En este sentido, Thomas Friedman, columnista del New York Times, ha señalado que la colaboración entre Estados Unidos y China en el ámbito de la IA es crucial y debería ser prioritaria, similar a los acuerdos de control de armas nucleares entre los antiguos adversarios de la Guerra Fría. Este enfoque podría abrir la puerta a un entendimiento más allá de las disputas comerciales y territoriales.