
La curiosidad sobre fenómenos cotidianos puede llevar a preguntas fascinantes, como la que se plantea: ¿qué pasaría si todas las personas en la Tierra decidieran sentarse en el océano al mismo tiempo? Este ejercicio hipotético no solo es divertido, sino que también permite explorar conceptos matemáticos y físicos a través de un análisis práctico.
El concepto de desplazamiento
Para entender cómo afectaría la presencia de todos los seres humanos al nivel del océano, es útil comenzar con un ejemplo familiar: el agua de una bañera. Cuando una bañera está llena y una persona se sumerge, el agua se desborda debido a que su cuerpo desplaza el líquido, un fenómeno conocido como desplazamiento. El volumen de agua que se desborda es equivalente al volumen del cuerpo de la persona. Si se llena la bañera solo hasta la mitad, el cálculo del aumento del nivel del agua se puede realizar dividiendo el volumen desplazado por el área de la bañera. Por ejemplo, si consideramos una bañera de 1,5 metros de largo y 0,6 metros de ancho, el área sería de 0,9 metros cuadrados.
Si asumimos que una persona promedio tiene un volumen de aproximadamente 0,3 metros cúbicos, al sentarse en la bañera, el agua subiría un nivel que se puede calcular dividiendo el volumen de la parte sumergida por el área de la bañera. Así, el aumento en el nivel del agua se puede cuantificar, permitiendo visualizar cómo este principio se aplica a escalas mucho más grandes.
Consideraciones sobre el océano
Extrapolando este concepto al océano, que cubre más del 70% de la superficie terrestre, se puede observar que la cantidad de agua desplazada por la población mundial es prácticamente insignificante. Con una población actual de alrededor de 8.000 millones de personas y asumiendo un volumen promedio de 0,3 metros cúbicos, el total del volumen desplazado sería de 2.400 millones de metros cúbicos. Al distribuir este volumen sobre el área global de los océanos, que se estima en aproximadamente 361 millones de kilómetros cuadrados, se calcula que el aumento en el nivel del mar sería de tan solo una fracción de milímetro, lo que subraya la vastedad de los océanos en comparación con el volumen de los seres humanos.
Este análisis revela no solo la importancia de los principios físicos en nuestra vida diaria, sino también cómo las magnitudes de los cuerpos de agua en la Tierra hacen que, en comparación, los seres humanos seamos una gota en el océano. La curiosidad científica nos permite explorar y entender mejor nuestro mundo, transformando preguntas simples en oportunidades de aprendizaje profundo.