ADVERTISEMENTEl célebre arquitecto catalán Antoni Gaudí, conocido cariñosamente como «el arquitecto de Dios» por su innovadora obra en la basilica de la Sagrada Familia, se aproxima un paso más a la posibilidad de ser canonizado. Recientemente, durante su convalecencia por una infección respiratoria, el Papa Francisco recibió al cardenal italiano Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, y firmó varios decretos, entre ellos uno relacionado con el arquitecto catalán.
Gaudí, quien falleció el 10 de junio de 1926 en Barcelona, fue enterrado en la Sagrada Familia, a pesar de ser un laico. Actualmente, el proceso de beatificación del arquitecto está en marcha en Roma, donde un tribunal debe determinar si ha habido algún evento milagroso relacionado con su figura.
La finalización de la Sagrada Familia está prevista para 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí. Al concluirse las torres, la Sagrada Familia se convertirá en la catedral más alta del mundo.
El camino hacia la santidad
En la Iglesia Católica, los pasos hacia la santidad incluyen convertirse en siervo de Dios, luego venerable, beatificado y, finalmente, santo. Gaudí ya es considerado un siervo en su camino hacia la beatificación y deberá atravesar varias etapas. Una vez que se le declare «siervo de Dios venerable», título otorgado a quienes han vivido las virtudes de manera heroica, deberá ser beatificado y, finalmente, canonizado como santo.
La recuperación de la vista de una mujer de Reus, atribuida a su devoción hacia Gaudí, junto con una biografía que incluye testimonios de quienes lo conocieron, son algunos de los indicios de su supuesta santidad, según una investigación de TVE.
Para que Gaudí sea beatificado, es necesario que se haya producido un milagro gracias a su intercesión. Una vez proclamado beato, se requerirá un segundo milagro para su canonización. El proceso de beatificación fue promovido hace 30 años por la Asociación para la Beatificación de Antoni Gaudí, fundada en 1992 y presidida por José Manuel Almuzara.
Según esta asociación, Gaudí fue «un testigo de la fe, un hombre de fe, un gran observador de la naturaleza y un arquitecto brillante, que se ha convertido en una figura universal de la arquitectura moderna». Su legado en esta disciplina rompió con los patrones establecidos, y el testimonio de fe que ofreció durante su vida se refleja en su obra más emblemática, la Sagrada Familia.
En marzo de 2000, la Santa Sede autorizó la apertura formal del proceso diocesano de beatificación, lo que llevó a la constitución del tribunal correspondiente para investigar su reputación de santidad. Durante su visita a España en 2010, el Papa Benedicto XVI, al consagrar la Sagrada Familia, definió a Gaudí como «un arquitecto brillante y un cristiano coherente que superó la separación entre la conciencia humana y la conciencia cristiana, entre la existencia en este mundo temporal y la apertura a una vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios como Belleza».
