
China ha emitido una advertencia contundente a los países que colaboren con Estados Unidos de maneras que comprometan sus intereses, en el contexto de una guerra comercial que no solo afecta a las dos mayores economías del mundo, sino que también amenaza con arrastrar a otras naciones. Esta declaración del Ministerio de Comercio chino subraya la postura firme del gigante asiático frente a la presión estadounidense.
La advertencia de Pekín llega en un momento en el que se informa que la administración del presidente Trump planea utilizar negociaciones arancelarias para presionar a sus socios a limitar su relación comercial con China. A pesar de que Trump ha pausado aumentos arancelarios significativos sobre otros países durante 90 días, las tarifas sobre las mercancías chinas han escalado hasta un 145%.
El Ministerio de Comercio de China ha manifestado que «se opone firmemente a cualquier parte que alcance un acuerdo a expensas de los intereses de China». Este enfoque refleja una determinación de no aceptar presiones externas, lo que ha llevado a la nación a adoptar medidas recíprocas en respuesta a las tarifas impuestas por Estados Unidos.
La respuesta de China ante las medidas estadounidenses
En un cambio hacia una postura más dura, China ha respondido a las tarifas estadounidenses con gravámenes del 125% sobre las importaciones de productos estadounidenses. Además, ha restringido las exportaciones de minerales críticos y ha incluido a varias empresas estadounidenses en listas negras que limitan su capacidad de operar con empresas chinas. Esta estrategia no solo busca proteger su economía, sino también establecer un frente unido con otras naciones que se ven afectadas por las políticas unilaterales de Estados Unidos.
A pesar de las tensiones, el presidente chino Xi Jinping ha estado activo en la región, visitando Vietnam, Malasia y Camboya para fomentar una cooperación que contrarreste las tarifas y el «bullying unilateral» que caracteriza las acciones de Washington. Este movimiento no solo reafirma la influencia de China en el sudeste asiático, sino que también refleja una estrategia más amplia para diversificar sus relaciones comerciales, especialmente en un momento en que la relación con Estados Unidos se deteriora.
Desde que Trump impuso tarifas a China durante su primer mandato, el país asiático ha incrementado su comercio con el sudeste asiático, que ahora se ha convertido en su mayor socio comercial a nivel regional, aunque Estados Unidos sigue siendo su principal socio a nivel individual. Este cambio estratégico demuestra la capacidad de China para adaptarse y encontrar nuevas oportunidades incluso en medio de la adversidad.
En este marco, el Ministerio de Comercio de China ha realizado cambios en su liderazgo negociador, designando a Li Chenggang como nuevo responsable, un movimiento que podría indicar un enfoque renovado en las negociaciones internacionales. Además, China ha presentado una demanda contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los recientes aumentos arancelarios, subrayando su compromiso de defender sus intereses en el ámbito global.