
Los sistemas judiciales de todo el mundo enfrentan un creciente desafío: la acumulación de casos. Esta situación provoca que tanto individuos como empresas esperen meses, e incluso años, para obtener respuestas y resoluciones. Sin embargo, un reciente estudio publicado en la revista Manufacturing & Service Operations Management ha revelado una estrategia sorprendentemente sencilla para acelerar este proceso sin necesidad de contratar más jueces.
La investigación sugiere que pequeños pero estratégicos cambios en la programación de los casos podrían reducir los retrasos en hasta un 65%. Los autores del estudio analizaron los tiempos de procesamiento de casos judiciales y encontraron que la reprogramación del tiempo judicial entre las primeras y las últimas etapas de los casos podría triplicar la velocidad de las resoluciones, todo esto sin necesidad de incrementar recursos.
Una solución viable para los tribunales
El estudio titulado «Service Operations for Justice-On-Time: A Data-Driven Queueing Approach» se centra en el Tribunal Supremo de la India, conocido por ser uno de los más concurridos del mundo, donde los casos tardan en promedio 275 días en resolverse. Los investigadores descubrieron que, al prestar más atención a las fases finales de los casos, los tribunales podrían reducir el tiempo medio de resolución a solo 96 días, lo que significaría una mejora significativa en la eficiencia y una reducción de los atrasos.
Nitin Bakshi, de la Universidad de Utah, señala que «la gente asume que la única forma de reducir los retrasos en los casos es expandir el poder judicial, pero eso no es necesariamente cierto». Su investigación demuestra que gestionar el tiempo de manera más efectiva puede acelerar significativamente la resolución de los casos.
Este enfoque no solo es pertinente para India, sino que también se aplica a los tribunales de apelación en todo el mundo, incluyendo los de Estados Unidos, donde los atrasos judiciales continúan en aumento. Los tribunales de todos los niveles enfrentan un creciente número de casos, y los retrasos afectan a víctimas, empresas y comunidades enteras. La contratación de más jueces no siempre es una opción viable; esta investigación sugiere que los sistemas judiciales pueden mejorar su eficiencia de inmediato simplemente ajustando la programación y la asignación de tiempo a los casos.
Ramandeep Randhawa, de la Universidad del Sur de California, argumenta que «la justicia funciona mejor cuando es tanto justa como oportuna». Este estudio proporciona una solución práctica y escalable para ayudar a los tribunales a gestionar los casos de manera más eficiente. En un momento en que los tribunales están presionados para ofrecer justicia más rápidamente sin recursos adicionales, esta investigación ofrece una estrategia de bajo costo y alto impacto que puede implementarse de inmediato. «La programación más inteligente no es solo una teoría: es una solución respaldada por datos ante uno de los desafíos más apremiantes de los sistemas judiciales en la actualidad», concluye Jeunghyun Kim de la Escuela de Negocios de la Universidad de Corea.