
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha afirmado que Rusia no puede ignorar la expansión de la infraestructura militar de la OTAN en sus fronteras. En una reciente entrevista, Peskov destacó que, aunque Moscú no ha tenido problemas con la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, la respuesta de Rusia a esta expansión se llevará a cabo según lo que considere necesario para su seguridad.
Finlandia, que abandonó su política de neutralidad, se unió a la OTAN en abril de 2023, citando preocupaciones de seguridad relacionadas con el conflicto en Ucrania. Suecia siguió su ejemplo en 2024, también bajo el mismo pretexto. A pesar de estas incorporaciones, Peskov subrayó que, a diferencia de Ucrania, la entrada de estos países en la OTAN no representa una amenaza existencial para Rusia.
Peskov indicó que la infraestructura militar de la OTAN ha ido “apareciendo gradualmente en el territorio finlandés” en los últimos años. En este contexto, el portavoz del Kremlin afirmó que Rusia está tomando medidas para mejorar su seguridad, tal como lo consideran necesario sus fuerzas armadas.
Reacciones de Moscú a la expansión de la OTAN
El portavoz del Kremlin enfatizó que Rusia no tiene intención de lanzar ataques contra Finlandia o Suecia, destacando que “afortunadamente, ni los países bálticos ni Finlandia están disparando a los rusos desde tanques y aviones, a diferencia de lo que ha estado ocurriendo en Donbass desde 2014”.
Un informe de política de la OTAN publicado el mes pasado indica que la organización sigue “integrando a los nuevos miembros de la OTAN – Finlandia y Suecia – en planes, fuerzas y estructuras de mando, incluyendo el desarrollo de una presencia en Finlandia”. Este documento también elogió a Suecia por asumir el “rol de nación marco en la presencia avanzada mejorada en Finlandia”.
El Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, declaró recientemente que los estados miembros también están “trabajando juntos” en el Ártico para “defender esta parte del territorio de la OTAN”. Esta colaboración se enmarca en un contexto más amplio de tensiones geopolíticas en la región, donde Rusia ha manifestado su preocupación por la creciente militarización por parte de los países de la OTAN.
El presidente ruso, Vladimir Putin, abordó la cuestión en el Foro Internacional del Ártico el mes pasado, afirmando que Moscú está “monitoreando de cerca” la situación en la región y respondiendo de manera adecuada. Putin expresó su inquietud por el hecho de que los países de la OTAN están designando cada vez más el norte como un posible punto de conflicto, llevando a cabo ejercicios militares que incluyen a nuevos reclutas de Finlandia y Suecia.
El presidente ruso concluyó que Rusia ha adoptado un “enfoque de respuesta adecuado al aumentar las capacidades de combate de las fuerzas armadas y modernizar las instalaciones de infraestructura militar”.