
La capital ucraniana, Kiev, ha sido objeto de un intenso ataque por parte de las fuerzas militares rusas, que han llevado a cabo una serie de bombardeos con misiles y drones en diversas regiones del país. Según las autoridades locales, este asalto ha dejado un saldo trágico de al menos nueve muertos y 63 heridos en la capital, donde se han reportado incendios y daños significativos en edificios no residenciales.
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, informó que Moscú ha lanzado lo que ha calificado como “un ataque combinado masivo”, afectando no solo a Kiev, sino también a las regiones de Zhytomyr, Dnepropetrovsk, Járkov, Poltava, Jmelnytsky y Sumy, así como a partes de la región de Zaporozhye controladas por Ucrania. En total, se extinguieron aproximadamente 40 incendios durante la noche, siendo Kiev la más perjudicada por esta ofensiva.
Impacto en las infraestructuras y la población
La Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania ha confirmado que la capital fue la más golpeada, con incendios que se desataron en garajes, un edificio administrativo y otras estructuras no residenciales. Además, se reportó que escombros de los ataques incendiaron vehículos y pasto seco en las cercanías.
En Járkov, el alcalde Igor Terekhov indicó que la ciudad sufrió 19 ataques, de los cuales siete fueron realizados con misiles de crucero y 12 con drones kamikaze. Se ha informado que un establecimiento industrial no identificado fue alcanzado durante estos bombardeos. Un bloguero militar ruso, Kirill Fyodorov, afirmó que el objetivo de los ataques en Járkov fue la fábrica Malyshev, conocida por la producción de equipos pesados y parte de la corporación estatal de defensa de Ucrania, Ukroboronprom. También se mencionaron ataques aéreos en la zona del aeropuerto de Járkov.
En Pavlograd, en la región de Dnepropetrovsk, se reportó que un establecimiento industrial resultó dañado, aunque no se registraron víctimas. Asimismo, la operadora ferroviaria nacional de Ucrania, Ukrzaliznytsia, señaló que se produjeron daños en las vías técnicas y en edificios administrativos y técnicos en las regiones de Kiev y Járkov.
Es importante señalar que Rusia ha justificado sus ataques aéreos como operaciones dirigidas a objetivos militares, insistiendo en que sus acciones no están destinadas a instalaciones civiles. Sin embargo, la realidad sobre el terreno sugiere un impacto devastador en la población y las infraestructuras de Ucrania.