
El Legado Genético de Pueblo Bonito y su Conexión con el Pueblo Picuris
Un reciente estudio de ADN ha revelado vínculos significativos entre los actuales miembros del Pueblo Picuris y los antiguos habitantes de Pueblo Bonito, un sitio emblemático situado en el Cañón de Chaco, Nuevo México. Este hallazgo es crucial, no solo por su valor arqueológico, sino también por su importancia en la afirmación de la identidad cultural de las comunidades indígenas. Investigadores han analizado ADN antiguo de restos humanos hallados en Pueblo Bonito, junto con muestras de 13 miembros actuales del Pueblo Picuris y restos de 16 individuos excavados en la década de 1960. Los resultados muestran una conexión genética estrecha que respalda la historia ancestral del pueblo.
Las comunidades indígenas suelen enfrentar dificultades para reivindicar sus derechos ancestrales y conexiones culturales basadas en historias orales. Ante la percepción de que sus preocupaciones sobre la protección del Cañón de Chaco eran desestimadas por el gobierno de Estados Unidos, los líderes del Pueblo Picuris decidieron colaborar en este estudio de ADN. Craig Quanchello, quien fue gobernador tribal al inicio de la investigación, expresó que la tribu se sintió «pasada por alto y borrada». Esta investigación se presenta como una oportunidad para que el Pueblo Picuris controle la narrativa de su historia ancestral.
El Cañón de Chaco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tiene un profundo significado cultural para las comunidades Pueblo en el suroeste de Estados Unidos. Pueblo Bonito, que significa «hermosa ciudad» en español, es considerado uno de los más importantes edificios precolombinos de EE. UU., aunque su función original sigue siendo objeto de debate. La investigación, liderada por Thomaz Pinotti de la Universidad de Copenhague, busca confirmar las relaciones genéticas entre la comunidad Picuris y las poblaciones ancestrales que habitaron el Cañón entre los años 900 y 1200 d.C. A diferencia de estudios previos que carecieron de consulta con comunidades indígenas, en este caso, la tribu mantuvo el control sobre los datos de ADN y las decisiones sobre la publicación de los hallazgos. Esto representa un avance significativo en la colaboración entre la ciencia y las comunidades indígenas, reafirmando su conexión con su herencia cultural.