
Hace apenas 48 años, el director de cine George Lucas introdujo la famosa frase “Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana” al inicio de la película “Star Wars”, conocida posteriormente como “Episodio IV: Una Nueva Esperanza”. Sin embargo, hay al menos cuatro aspectos importantes de la saga de “Star Wars” que están mucho más cerca, tanto en el tiempo como en el espacio, de lo que Lucas dejaba entrever. Este artículo explora cómo algunas de las ideas que parecían ser ciencia ficción tienen fundamentos en la realidad científica contemporánea.
Aspectos científicos en Star Wars
Uno de los elementos destacados es la agricultura de humedad, que se presenta en la figura del tío Owen, quien cultiva agua del aire en el desértico planeta Tatooine. Aunque pueda parecer inverosímil, este concepto fue discutido durante el segundo Cumbre Internacional de Captura de Agua Atmosférica, organizada por la Universidad Estatal de Arizona en marzo de 2025. Cada persona necesita consumir aproximadamente 3 litros de agua al día, lo que implica que se deben producir anualmente cerca de 10 billones de litros de agua potable para una población mundial que supera los 8 mil millones. Si bien la lluvia podría satisfacer esta demanda, su distribución es muy desigual, lo que plantea un desafío significativo, especialmente en regiones desérticas donde viven cerca de mil millones de personas.
Otro aspecto relevante es la acumulación de desechos espaciales. En la trama de “El regreso del Jedi”, la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte genera un gran desorden en el espacio, aunque en la realidad no existen agujeros de gusano que puedan dispersar esos restos. Actualmente, hay más de 12,000 satélites activos orbitando la Tierra y se estima que hay cerca de 50,000 objetos en el espacio, incluidos fragmentos de desechos demasiado pequeños para ser rastreados. Este fenómeno se asemeja a la congestión del tráfico en la Tierra, donde las colisiones entre satélites pueden resultar en la creación de más escombros, lo que complica aún más la navegación espacial y la seguridad de futuras misiones.
Finalmente, el concepto de la Fuerza, que en el universo de “Star Wars” se describe como un campo de energía que une a todos los seres vivos, encuentra una posible analogía en las mitocondrias, considerados los generadores de energía de nuestras células. Los científicos han comenzado a investigar la posibilidad de trasplantar mitocondrias, lo que podría, en un futuro, tener implicaciones en el tratamiento de enfermedades. Este vínculo entre la ciencia y la fantasía de “Star Wars” resalta cómo elementos de la narrativa de Lucas pueden estar más cerca de la realidad científica de lo que se pensaba. Así, aunque “Star Wars” sea un producto de ficción, muchos de sus conceptos se están convirtiendo lentamente en realidades tangibles en nuestro mundo.