El partido Reform UK, de tendencia derechista y liderado por el controvertido Nigel Farage, ha logrado un notable avance en las recientes elecciones locales en Inglaterra, obteniendo el control de diez de las 23 autoridades locales en disputa. Este resultado se traduce en 677 escaños ganados de un total de más de 1,600, mientras que los partidos tradicionales, como el Labour y el Conservador, han sufrido derrotas significativas.
A medida que se conocían los resultados el pasado viernes, Reform UK se destacó como el partido con mejor desempeño en las elecciones locales, arrebatando el control de ocho consejos a los Conservadores, incluyendo Derbyshire, Kent, Lancashire, Lincolnshire, North Northamptonshire, Nottinghamshire, Staffordshire y West Northamptonshire. Además, logró hacerse con Doncaster, anteriormente en manos del Labour, y Durham, donde no había una mayoría clara.
Resultados en elecciones parlamentarias
El partido también se alzó con victorias en elecciones parlamentarias en Runcorn y Helsby, donde superó a Labour por un margen de solo seis votos tras un recuento. Con estos triunfos, Reform UK ahora controla cinco escaños en el Parlamento del Reino Unido.
Según proyecciones de la BBC, si se celebraran elecciones generales hoy, Reform UK obtendría el 30% de los votos, superando al Labour, que alcanzaría el 20%, y a los Conservadores, que se quedarían con un 15%. Sin embargo, las próximas elecciones generales no están previstas hasta mayo de 2029, tras la victoria aplastante de Labour en las elecciones del año pasado, que se produjo en un contexto de descontento público con las políticas económicas de los Conservadores.
Farage, al comentar sobre los logros de su partido, afirmó: “En la Gran Bretaña de la posguerra, nunca nadie ha vencido a Labour y a los Tories en una elección local. Estos resultados son sin precedentes… Reform puede y ganará las próximas elecciones generales.”
El Primer Ministro británico, Keir Starmer, expresó que, aunque sentía una “aguda furia,” comprendía la elección de los votantes y prometió “ir más lejos y más rápido en la búsqueda de… la renovación nacional.” Por su parte, Kemi Badenoch, líder del Partido Conservador, reconoció que las elecciones fueron un “baño de sangre” predecible, subrayando la necesidad de que los Tories trabajen para recuperar la confianza del electorado.
El ascenso de Reform UK se ha visto impulsado por la frustración de los votantes ante altos niveles de inmigración, el aumento del costo de la vida y lo que muchos consideran años de mala gestión por parte de ambos partidos principales. La campaña del partido se centró en promesas de reducir la inmigración, incluyendo la llegada por pequeñas embarcaciones, bajar impuestos y reducir el gasto de los consejos, posicionándose como la única alternativa a lo que denominan “un establecimiento político fracasado.”
