Descubriendo el origen de los elementos pesados en el universo
Un equipo de científicos del Flatiron Institute en Nueva York ha logrado obtener pruebas directas sobre cómo el universo forja sus elementos más pesados, un proceso que había permanecido como un misterio durante más de medio siglo. Los investigadores han teorizado que poderosas llamaradas emitidas por los magnetars, un tipo de estrella de neutrones altamente magnética, podrían ser la clave para entender la creación de elementos pesados como el oro, el platino y el uranio. Según sus cálculos, una sola de estas llamaradas podría generar una cantidad equivalente a la masa de un planeta de estos metales preciosos.
Los elementos más ligeros, como el hidrógeno y el helio, se formaron durante el Big Bang, mientras que los elementos más pesados se crean a través de procesos de fusión nuclear en el núcleo de las estrellas durante su vida o tras sus explosiones. Sin embargo, el origen de los elementos más pesados que el hierro ha sido un enigma. Se cree que estos se generan a través de lo que se conoce como el proceso de captura rápida de neutrones (r-process), que se pensaba que solo ocurría en condiciones extremas, como en supernovas o fusiones de estrellas de neutrones. No obstante, estos eventos son tan raros que no pueden explicar completamente la abundancia de elementos pesados que observamos en el universo.
La investigación sobre los magnetars ha revelado que estas estrellas poseen campos magnéticos trillones de veces más fuertes que el de la Tierra. Estas estrellas producen ocasionalmente llamaradas, que son explosiones de energía causadas por la repentina liberación de energía magnética. El equipo ha calculado que una llamarada de un magnetar podría crear las condiciones necesarias para que se formen elementos del r-process, generando núcleos inestables que eventualmente se descomponen en elementos pesados estables, como el oro. Los científicos también han logrado vincular sus cálculos a una observación realizada en 2004 de una llamarada brillante del magnetar SGR 1806–20, que se pensaba que era inusual debido a su energía total, que superaba en mil veces la de las explosiones típicas. Esta investigación, publicada en la revista The Astrophysical Journal Letters, abre nuevas avenidas en la comprensión del origen cósmico de los elementos pesados.
