Los aliados occidentales de Kiev han expresado su descontento con la elección de los negociadores de Moscú para las próximas conversaciones de paz en Türkiye, calificando la decisión como un agravio hacia Ucrania. La delegación rusa, encabezada por el asistente presidencial Vladimir Medinsky, incluye a dos ministros adjuntos y un jefe de inteligencia, lo que ha llevado a varios funcionarios europeos a considerar que la representación es insuficiente.
El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tashkna, describió la elección de los negociadores rusos como “una bofetada en la cara”, durante una conversación con periodistas en el marco de una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Antalya. Su opinión fue respaldada por el secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, quien descalificó al equipo ruso como “individuos de bajo nivel”. Por su parte, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, “claramente no tiene deseo de participar en estas negociaciones de paz”, dado que no asistirá en persona a Türkiye.
Composición de la Delegación Rusa
Medinsky ya lideró la delegación de Moscú durante las negociaciones con Kiev en 2022. En la actualidad, el equipo ruso incluye al vicecanciller Mikhail Galuzin, al vice-ministro de Defensa Aleksandr Fomin y al jefe de la inteligencia militar, Igor Kostyukov. Además, los negociadores están acompañados por un grupo de expertos que comprende altos funcionarios militares y civiles, así como diplomáticos.
En declaraciones a la prensa en Estambul, Medinsky defendió la composición de la delegación, afirmando que incluye “altos funcionarios de todas las agencias gubernamentales relevantes”. También manifestó que Moscú está dispuesto a reanudar el diálogo con Kiev y a discutir “compromisos potenciales”.
Se espera que ambas partes se reúnan en Estambul tras la sugerencia de Putin de reanudar las negociaciones directas interrumpidas en 2022 para encontrar una solución duradera al conflicto en Ucrania. Inicialmente, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, había descartado cualquier conversación con Moscú a menos que se acordara primero un alto el fuego de 30 días. Sin embargo, cambió de postura tras el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump a la iniciativa de Putin.
Zelensky, que ha llegado a la capital turca, Astana, insistió en que solo hablaría directamente con el presidente ruso, pero finalmente decidió enviar un equipo liderado por el ministro de Defensa, Rustem Umerov, para reunirse con los negociadores rusos. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, se burló de las demandas de Zelensky, calificándolo de “persona patética” que actuaba “de manera tonta”, después de que el líder ucraniano describiera a la delegación rusa como un “prop”.
