Las plagas urbanas son un problema cada vez más grave en las grandes ciudades, pero dentro de estas hay algunas que presentan una serie de factores que las hacen más propensas a sufrir esta invasión.
Así, el control de plagas madrid es algo que cada vez se tiene más en cuenta, puesto que la capital de España es muy vulnerable a muchas de estas plagas urbanas.
El clima continental extremo es ideal para algunas plagas
La capital cuenta con lo que se llama un clima continental, que se caracteriza por inviernos fríos (sin llegar a ser extremos) y veranos muy calurosos. Debido a esa oscilación térmica, cada estación tiene su tipo de plaga.
Durante la época estival, las temperaturas hacen que los insectos encuentren las mejores condiciones para reproducirse. Por eso, se ven mucho las cucarachas, las avispas y los mosquitos. Al llegar el invierno, los roedores buscan refugio en los garajes y en los sistemas de alcantarillado.
Una red de alcantarillado extensa y no en las mejores condiciones
Madrid es una ciudad con mucha historia, de forma que es normal que su subsuelo sea un laberinto. Hay miles de túneles, galerías de servicios, tuberías, etc., que llegan a tener incluso algún que otro siglo de antigüedad.
Aquí encuentran refugio las ratas y las cucarachas, que tienen alimento en zonas en las que nadie las ve. También se suelen acumular residuos orgánicos, lo cual se convierte en un foco de proliferación de varias plagas.
Hay tanto alcantarillado que es imposible mantenerlo en perfecto estado. De ese modo, cuando hay averías o roturas, las plagas pueden pasar del subsuelo hasta las viviendas o los comercios.
Alta densidad de población y un urbanismo muy compacto
Existen muchos distritos de Madrid con una densidad de población muy alta, lo que se combina con edificios antiguos, sótanos comunales, trasteros, etc. Estos son escenarios inmejorables para las plagas.
Por ejemplo, en barrios como Tetuán, Lavapiés o Malasaña hay una combinación de construcciones antiguas con mucho movimiento de personas. Aquí es común que esté presente la cucaracha alemana e incluso las chinches, que aparecen en pisos turísticos.
Actividad humana constante e intensa
Debido a la actividad comercial, y sobre todo a la restauración, Madrid genera muchos residuos orgánicos a diario, como restos de comida en las terrazas, en la vía o en los cubos de basura que no se cierran bien. Eso alimenta a las palomas, a las ratas y a los insectos.
A ello hay que sumar las cocinas industriales y los bares, con unos sistemas de extracción obsoletos por los que entran todo tipo de insectos.
Presencia de plagas viajeras
La ciudad de Madrid es uno de los destinos turísticos más populares de Europa, además de ser el centro desde el que parten las conexiones de tren, avión y carreteras de España.
Ese trasiego de personas favorece que haya más chinches de la cama. Hay que sumar que al ser un centro de comercio internacional, en las importaciones pueden venir insectos no autóctonos (lo que es un problema aún más serio que las plagas que ya están aquí).
