¿Cómo reformar una casa sin morir en el intento?

In Sociedad
octubre 06, 2020

Transformar una vivienda requiere de bastante dedicación y dinero porque hay varios pasos implicados, lo que suele causar estrés a quién la realiza. En realidad, es un proceso que podría ser muy llevadero si se siguen algunas indicaciones iniciales básicas.

Consejos a seguir seguir

Te van a facilitar mucho el proceso, incluso si no tienes experiencia previa en reformas.

Al contratar una empresa

Siempre es recomendable acudir a una empresa acreditada y con referencias, incluso si se trata de una reforma relativamente pequeña. Esto va a evitar atrasos en la obra y errores que pueden costar mucho dinero por los materiales a reponer. También te abre la posibilidad de hacer un reclamo si la reforma terminó mal o no se siguieron las ideas planteadas.

Por otro lado, debes comprobar que la empresa tenga un seguro de responsabilidad civil profesional, ya que esto es lo que cubre los gastos en caso de haber un accidente. Además, es bueno que tú también tengas un seguro de hogar por si llegaran a aparecer daños en la vivienda o la comunidad de vecinos.

Los presupuestos

Solicita a la empresa presupuestos detallados por partidas (electricidad, fontanería, albañilería) junto con la cantidad de materiales que se van a utilizar. Así tendrás una mejor noción de los gastos de la obra. Sin embargo, deja en manos de la empresa la obtención de los materiales propios de la obra.

Es normal que la empresa solicite una parte del dinero por adelantado para pagar los materiales necesarios, pero la inicial no debería suponer para ti más de un 30% de tu presupuesto total. Además, debes guardar dinero para cualquier gasto adicional al terminar.

La fecha límite

Finalmente, fija una fecha de finalización por escrito. Después de anexar el presupuesto al contrato de obras, tienes que establecer una fecha límite, después de la cual la empresa tendrá que pagar una multa por el día de atraso. Evidentemente, esta parte del contrato tendrá cláusulas, pero la idea es asegurar que la obra no se atrase más de la cuenta.

Avisa en tu comunidad

Para las reformas integrales o que impliquen un cambio importante en la vivienda, deberás solicitar un permiso a la comunidad. De hecho, vas a necesitar apoyo unánime si estas reformas van a cambiar la estructura del inmueble y elementos comunes entre las viviendas de la comunidad de vecinos, como cambios en la fachada.

También deberás seguir unas fechas específicas en las que está permitido hacer reformas, al igual que unos horarios. Es buena idea dejar el número de teléfono a los vecinos con los que compartes pared e informarles de primera mano sobre los horarios por si llegara a haber algún inconveniente.

Errores que debes evitar

Te vas a atrasar mucho en la obra o gastar más de lo que querías si no consideras los siguientes factores durante tu reforma.

No respetar tu presupuesto inicial

Tienes que mantenerte siempre lo más cerca posible de tu cifra máxima, incluso si esto significa no tener exactamente lo que querías. Para ello, debes presupuestar absolutamente todo, incluso pequeños detalles que no parecen importantes a simple vista, pero al final se van sumando unos con otros y forman una cifra significativa.

Puedes hacer modificaciones durante o después de la obra solamente si esto entra en tu presupuesto. Los pagos a la empresa se hacen regularmente en 3 partes: una inicial, durante el transcurso de la obra y al finalizar el trabajo. Y cualquier gasto adicional tiene que estar incluido en el presupuesto destinado a cada pago.

No tener dinero guardado para los imprevistos

Hay cosas que no son fáciles de detectar en una vivienda, como los desniveles en techos, pisos y paredes. Esto no es directamente culpa de la empresa al haber establecido un presupuesto, ya que este tipo de detalles requieren de una inspección bastante profunda para detectarlos o contar con los planos originales.

Además, durante el proceso es posible notar la falta de material adicional. Esto podría ser por la ruptura de azulejos a la hora de colocarlos por el error humano, detectar que es necesario reforzar la estructura o incluso tener que colocar doble aislamiento en las paredes que dan con vecinos ruidosos.

Dar prioridad a la estética sobre la funcionalidad

Un diseño realista nunca se debe hacer partiendo de lo que se va a ver más bonito, sino de cómo va a ser vivir ahí y la comodidad. Luego, sí puedes pensar en detalles más banales como el color de los muebles y el tipo de pintura que deseas colocar en cada habitación.

Por ejemplo, es importante tomar en cuenta la orientación de la vivienda porque es lo que te va a indicar la cantidad de horas de luz natural, por lo que tendrás que colocar objetos de cara a las entradas de luz para ahorrar un poco en electricidad. También pensar en las entradas de corriente, la distribución de los focos, la funcionalidad de la cocina son otras de las prioridades que debes tener de primeras.

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Periodista vasco cuyas historias han abordado todo lo relacionado con el mundo del marketing y las nuevas tecnologías.