Calpe es del tipo de localidades levantinas que apenas necesita presentación para el visitante.
Sol, playa y gastronomía enganchan a quienes llegan hasta sus calles. Pero, sin embargo, hay otra faceta del municipio alicantino que no pasan desapercibidos: sus jardines.
El clima, la humedad y la belleza de esta localidad permite a sus habitantes y visitantes disfrutar de entornos ajardinados únicos.
No en vano, en Calpe ya pusieron sus ojos arquitectos como Bofill para embellecer su paisaje urbano en forma de Muralla Roja que hoy ha pasado a ser uno de los atractivos turísticos de la localidad y que, encima, está rodeado de belleza natural.
Lo mismo ocurre con el Jardín Botánico, que llevaba más de una década de abandono y que ya ha iniciado su remodelación para volver a dar vida a un espacio emblemático, lleno de vida y que contrastará en verdor con el azul de ese mar Mediterráneo que baña Calpe.
Inaugurado en 2009, la nueva plantación volverá, gracias también a profesionales expertos en el mantenimiento de jardines en Calpe, a lucir como debería como el resto de jardines, no solo públicos sino, en la mayoría de casos privados que se pueden ver por sus calles.
«Contamos con grandes superficies dedicadas al cuidado de jardines y de venta de plantas y especies no solo autóctonas sino incluso exóticas con expertos que son capaces de aconsejar no solo cómo hacer que las plantas se adapten sino que crean y diseñan jardines llenos de magia para cada espacio concreto» explican desde Luxury Garden Center.
¿Cuáles son las tendencias en jardines este año?
La tendencia en el diseño y paisajismo tiende a ir hacia la sostenibilidad, apostando por plantas de la zona que permitan mantenimientos sencillos y no requieran de grandes esfuerzos, por ejemplo, de riego.
Conocer el microclima de cada zona es clave para poder ofrecer este tipo de soluciones.
En el caso de Calpe, plantas y flores como milamores, amapolas, adelfas o incluso campanillas son perfectas para dar el toque de color al jardín en las zonas bajas, que pueden, para evitar grandes superficies de céspedes, ser cubiertas de gravilla o tarima en algunas zonas mientras que crecen árboles como el kaki, el olivo o incluso la jacaranda, que cuando llena de flores es un espectáculo en sí mismo.