Desde luego, en algunos sectores, como la publicidad o el marketing, la impresión de fotos suele estar presente como una de las decisiones más obvias. Pero a nivel personal o a nivel familiar, no está tan enraizado eso de imprimir fotos, sin embargo, existen muchas razones por las que esto sería una buena decisión.
Una de las ventajas que proporciona internet, es que hoy para imprimir fotos no hace falta llevar la cámara fotográfica hasta un servicio especializado con un local físico y esperar el proceso de revelado. Por el contrario, es un proceso que se puede realizar totalmente por internet, incluso directamente adjuntando las fotos de la galería del móvil, y en el menor plazo posible se tendrán las fotos en su domicilio, en los formatos, cantidades y calidades que se deseen.
Decoraciones personalizadas
Tener un cuadro de la familia, de un momento importante de los hijos, de la pareja en un evento especial, o tal vez, de un paisaje que hayan compartido en las últimas vacaciones. Todo ello puede abrir la posibilidad para poder tener un cuadro personalizado en cualquier espacio del hogar.
Los cuadros personalizados a partir de fotografías están en auge, sobre todo, porque son versátiles en formatos y tipos de acabados, al tiempo que es algo muy provechoso cuando se tienen cámaras fotográficas capaces de capturar con muy altas resoluciones, lo que engrandece aún más el detalle y la belleza de los cuadros obtenidos.
Crear un álbum de fotos
Relacionado con lo anterior, tener un álbum de fotos es una manera excelente de atesorar los recuerdos. Aunque era algo muy tradicional hasta hace algunos años -cuando los álbumes fueron sustituidos por carpetas individuales dentro de la sección de imágenes del ordenador-, los álbumes físicos resisten mucho mejor el paso del tiempo, no se pierden, ni se dañan los archivos.
Además, claro está, el factor nostálgico juega a favor, ya que siempre son muy bonitos de revisar para las personas que estuvieron en algunas de las fotos que aparecen.
Calidad y detalles
Puede que la razón más sencilla por la que una persona quiera imprimir una colección de sus fotos favoritas, sea para tener mayor calidad y grado de detalle, todo eso propiciado principalmente por las capacidades técnicas que hoy permiten las cámaras modernas.
En todos los servicios de almacenamiento de fotos en la nube, en todas las plataformas y redes sociales, las fotografías no suelen compartirse o alojarse sin al menos algún tipo de tratamiento obligatorio u opcional. Aparte, las pantallas de los dispositivos también suelen ser un impedimento para contemplar toda la calidad, nitidez y belleza de las fotografías.
Por ende, cuando se es un aficionado a la fotografía, cuando gusta mucho verlas en su máximo esplendor, los formatos impresos terminan siendo la mejor solución, aparte de que, como recurso visual suelen ser interesantes, pudiendo colgarse en la pared o para decorar el interior de un local comercial, entre otras tantas posibilidades que ofrece una foto impresa.
Rescatar momentos importantes
Hubo un tiempo en el que tomar fotografías significaba tener las cantidades contadas, que debían administrarse bien, así que las personas no solo planificaban bien las fotografías a tomar, sino que las valoraban mucho más en su debida dimensión e importancia.
Actualmente, en un único evento, una persona con su móvil puede tomar cientos de fotos, perdiendo así una de las virtudes intangibles del valor de las fotografías, que es rescatar los momentos más importantes en un formato visual.
Al imprimirlos, al dotarlos de un formato tangible, vuelven a tener esa importancia, porque las personas tienen que configurar bien su colección antes de enviarla a un servicio de impresión digital, porque se pueden construir álbumes o espacios físicos a partir de estas colecciones, y en definitiva, porque al ser la impresión una posibilidad finita -en cuanto a cantidad, siempre sujeto al presupuesto-, esto incrementa esa vinculación de las personas con las fotos que tienen.