Boris Rozhin | Colonel Cassad | Traducido del ruso por Íñigo Aguirre
Título original: Venezuela en el umbral de una guerra civil
A mi modo de ver, la actual situación de dualidad de poderes no puede prolongarse por mucho tiempo, por consiguiente alguno de los dos saldrá perdiendo: bien los chavistas, bien la oposición proamericana. El derramamiento de sangre va a ser inevitable, de hecho lo está siendo ya. Considerando que Washington está ejecutando un plan manifiesto encaminado a derrocar al gobierno de Maduro, las oportunidades de alcanzar acuerdos entre Maduro y la oposición son muy escasas. La oposición siente el apoyo externo y ya ha saboreado a la presa. En consecuencia se presentan los siguientes escenarios:
1 Maduro cede el poder y lo entrega a la oposición. Es el guión de una revolución de colores incruenta, versión 1.0. Desmantelamiento absoluto de la herencia de Chávez y conversión de Venezuela en una colonia estadounidense.
2 Maduro no cede el poder y se niega a plegarse a las presiones. Ello conduce a un escenario extremadamente cruento, con miles o decenas de miles de muertos dependiendo de la intensidad del conflicto civil, cuyas brasas están ya candentes en el país. Sería el guión de una revolución de colores 2.0 en el espíritu de la ucraniana, de Siria y Libia, con una latente amenaza de intervención extranjera.
3 Luego el desarrollo de los acontecimientos dependerá de quién venza en la guerra civil, de la postura del Ejército que por ahora respalda a Maduro, así como de los países que tomen parte directa o indirecta en la potencial guerra civil y suministren armamento, milicianos, consejeros militares etc. Los EE.UU. como es de suponer ayudarán directa o circunstancialmente a los adversarios de Maduro. Maduro por su parte, contando con el apoyo de Cuba, probará a asegurarse al apoyo diplomático y militar por parte de Rusia y China.
4 También es posible la variante en la que la situación de dualidad de poderes se alargue en el tiempo, y la guerra civil vaya a mantenerse en un estado latente (véase la situación entre marzo y septiembre de 1917).
En mi opinión Maduro debería a partir de ya mismo reforzar el aparato de seguridad y movilizar a todos sus partidarios, además de traer de vuelta todos los activos que se encuentren en bancos occidentales y que sean susceptibles de poder ser congelados en los próximos meses. De paso se deben estudiar los canales de suministro del Ejército, para el caso en que comience una guerra civil abierta, así como reforzar la lealtad del generalato. En la etapa actual, podría afirmarse que el poder de Maduro descansa sobre tres pilares: la herencia de Chávez, el apoyo del ejército y el respaldo de las capas populares, que son los beneficiarios de las reformas de Chávez. Eso le sirve como base de sustentación para enfrentar el desafío de lucha con valentía, ya que la alternativa es la derrota absoluta de la revolución chavista y un fortísimo golpe a todos los movimientos de izquierda en América Latina. Los EE.UU. son plenamente conscientes de ello, por eso están incrementando la presión encaminada a derrocar a Maduro como resultado de un golpe palaciego-callejero, o a provocar una guerra civil.
En mi opinión, a fin de preservar el poder, Maduro y los chavistas deberían:
1 Conducir hasta sus últimas consecuencias el proyecto de Asamblea Constituyente.
2 Lograr la inhabilitación de las atribuciones del parlamento.
3 Arrestar a los principales instigadores del golpe, ostenten el cargo que ostenten. La indulgencia en este punto solo servirá para aumentar el número de víctimas.
4 Expulsar del país a todos los diplomáticos extranjeros de los países que respaldan a la oposición, en primer lugar a toda esa red descarada y potencial de agentes estadounidenses.
5 Pedir ayuda a los países amigos de Venezuela, empezando por Cuba. Trabajar las posibles variantes (en caso de que se alcancen acuerdo) para el envío de contingentes de voluntarios en caso de que comience una guerra abierta.
6 Nacionalizar los bienes de los grandes propietarios que están detrás de la organización de las protestas, empezando por los bancos y las redes de distribución, a través de las cuales se está ejecutando la financiación de la preparación del golpe.
7 Reforzar e instruir las milicias compuestas por integrantes de las capas populares, ya que solo apoyándose en el pueblo, no solo en las bayonetas, Maduro podrá mantenerse en el poder.
Los EE.UU por su parte intentarán lo siguiente:
1 Reforzar la presión económica sobre una economía venezolana ya de por sí bastante castigada, para incrementar el número de descontentos con el gobierno.
2 Congelar los activos del gobierno y de entidades privadas en bancos estadounidenses y de Europa Occidental, con el objetivo de socavar la situación financiera de Venezuela y redirigir una parte de esos medios en apoyo de la oposición.
3 Utilización de todas las posibilidades diplomáticas y de inteligencia que conserva en territorio venezolano, para instigar a la confrontación abierta.
4 Organización de presión internacional sobre Venezuela por parte de los países latinoamericanos dependientes de los EE.UU. con el fin de lograr el aislamiento internacional de Venezuela. La organización y reconocimiento de un “Consejo Nacional Transitorio”.
5 Organización de brechas en la frontera con Colombia, para tener la posibilidad de incursionar sin obstáculos en territorio venezolano, lo que aumenta en gran medida la posibilidad de que alguna región limítrofe se levante en rebeldía contra el gobierno central.
6 Suministro clandestino de armamento a territorio venezolano para preparar el terreno para la organización de destacamentos militares de la oposición (siguiendo el ejemplo de cómo armaron a la oposición en Siria). Despliegue de la infraestructura necesaria para el suministro de armas desde países vecinos.
7 Organización de provocaciones sangrientas al estilo de “francotiradores desconocidos como los que actuaron en el mercado de Sarajevo”, para forzar el inicio de una guerra civil a gran escala (Los últimos asesinatos políticos bien podrían ir por esa línea).
8 Presiones sobre diplomáticos de alto rango, altos funcionarios, generales y agentes de inteligencia, a fin de encaminar su paso a las filas opositoras (como sucediera en Ucrania, Siria y Libia). Cabe esperar que Maduro reciba su dosis de puñaladas por la espalda.
9 Como medida extrema cabe contemplar la preparación de bombardeos selectivos contra objetivos militares bajo el pretexto de la “defensa de la democracia” y la introducción de una zona de exclusión aérea (sin la aprobación de la ONU), así como una operación de bloqueo marítimo.
La falta de la necesaria mano dura y el miedo a un mayor derramamiento de sangre, conducirá como ocurre en estos casos a un derramamiento de sangre todavía mayor (saludos a Yanukóvich). De hecho se ha llegado a esta situación de dualidad de poderes, debido a que Maduro ha seguido intentando llegar a acuerdos con aquellos que desde un principio no contemplan otra alternativa que no sea su derrocamiento. Estos intentos de jugar a la democracia burguesa ya han derivado en derramamiento de sangre en las calles de las ciudades venezolanas. Como decía el camarada Lenin, toda revolución solo es válida en la medida en que sea capaz de defenderse. Maduro tiene una disyuntiva bastante sencilla: o defender las conquistas de la revolución chavista sin temor a mancharse las manos, o bien sucumbir a la presión externa e interna, tras lo que a Venezuela no le esperaría nada bueno (valgan los ejemplos de cualquier país donde los EE.UU. durante los últimos años hayan organizado el derrocamiento de sus “regímenes no democráticos”).
El desarrollo de los acontecimientos en Venezuela también representa interés en el sentido de conocer si los EE.UU. han podido introducir algún correctivo en el concepto de las “revoluciones de colores” de segunda iteración, o se siguen manteniendo las matrices de las “primaveras árabes” o del “Euromaidán”. Desde el punto de vista de los intentos de los EE.UU. de modificar la “conducta de Rusia”, para la Federación de Rusia el caso venezolano puede tener interés más allá del teórico o abstracto.
A Maduro y los chavistas les deseo el mayor de los éxitos en la tarea de aplastar los intentos de golpe de Estado