Si sufres molestias en la zona de los glúteos al hacer una actividad física, es probable que padezcas lo que se conoce como Síndrome Piramidal, una afección muy común que puede tratarse con la ayuda de un fisioterapeuta en Madrid especializado que alivie las molestias producidas y pueda solucionarlo.
Conscientes de que se trata de un problema que afecta a multitud de personas, a continuación, te vamos a contar todo sobre el Síndrome Piramidal con el objetivo de que puedas detectarla rápidamente en caso de que apareciese y así, tratarla con la mayor brevedad posible.
¿En qué consiste el Síndrome Piramidal?
También conocido como Síndrome del Piriforme, el Síndrome Piramidal es una patología neuromuscular muy común que produce la compresión del nervio ciático por hipertrofia o contractura en la salida de la pelvis al pasar entre el músculo piramidal y el músculo gémino superior.
Básicamente, el músculo piramidal estrangula el nervio ciático, que está muy cerca del músculo piriforme, produciendo un fuerte dolor a nivel local que puede ir hacia la pierna, provocando una molesta sensación de entumecimiento u hormigueo.
El Piramidal es el músculo de las nalgas, que se origina en la parte antero-interna del sacro y cápsula de la articulación sacro iliaca a la superficie superior del trocánter mayor, y es uno de los 6 rotadores cortos.
La principal función del músculo Piramidal es la rotación externa de la cadera, permitiendo también la separación de la cadera cuando se encuentra en una flexión de 90 grados, actuando como rotador interno.
Se trata de un músculo muy importante que utilizamos prácticamente al realizar cualquier movimiento, especialmente cuando estamos practicando algún deporte que implique el movimiento de las piernas, de ahí que esta afección pueda resultar realmente molesta.
Causas del Síndrome Piramidal
La causa principal del Síndrome Piramidal es la contractura del músculo, provocada por un engrosamiento de las fibras musculares que genera una fuerte presión y atrapamiento del nervio ciático que provoca un fuerte dolor que, en caso de no tratarse adecuadamente, puede irradiar hasta la parte inferior de las piernas.
Y, a continuación, te mostramos las diferentes causas que pueden provocar esta lesión del músculo Piramidal:
– Exceso de actividad física o sobre entrenamiento.
– No calentar antes de realizar la actividad física y no estirar al finalizar.
– No disfrutar de un descanso de calidad.
Todas estas malas prácticas relacionadas con la actividad física pueden llevar al músculo a un estado de fatiga, provocando que se espasme y no pueda recuperarse correctamente.
Así mismo, también puede aparecer por estructuras anatómicas como la escoliosis o una dismetría de las piernas, que pueden mantener el músculo en tensión a causa de una compensación al buscar la estabilidad de la pelvis.
También por disfunciones pélvicas o sacras que puedan provocar tensión muscular del Piramidal, o por cirugías en la zona abdominal o en la cadera, que podrían provocar la formación de adherencias que alterasen la estructura y dinámica del tronco, creando la disfunción del músculo piriforme.
Cómo tratar el Síndrome Piramidal
Si padeces esta afección, es importante que recibas un tratamiento fisioterapéutico específico para aliviar y eliminar los síntomas del Síndrome Piramidal, que debe aplicarse de manera individualizada para cada paciente y estará destinado a aumentar el rango de movimiento de las articulaciones, la flexibilidad y elasticidad de este músculo.
El objetivo principal de este tratamiento es relajar el músculo, y para ello se realizan las siguientes técnicas:
– Masaje de descarga sobre las bandas tensas musculares.
– Tratamiento del músculo con técnicas de presión sobre los puntos gatillo miofasciales, pudiendo aplicar en los casos más graves otras técnicas más invasivas como la punción seca o la Electrolisis Percutánea Intratiruslar (EPI).
– Tratamiento de los músculos adyacentes.
– Exploración de las articulaciones relacionadas con el músculo Piramidal, que pueden verse afectadas a causa de una hipomovilidad o una biomecánica incorrecta que provoca tensión.
– Estiramientos de forma pasiva, activa y/o asistida del músculo Piramidal y otros que puedan verse afectados.
Lo más importante para prevenir la aparición del Síndrome Piramidal es calentar y estirar los músculos al hacer cualquier deporte para contrarrestar el fenómeno de compresión, así como mantener el descanso adecuado entre entrenamientos y no excederse con la carga de actividad física. También se recomienda estirar al levantarse y al acostarse, especialmente a partir de cierta edad.
En caso de que padezcas esta afección, aplicar hielo en la zona lesionada ayudará a disminuir la inflamación localizada y a aliviar el dolor casi de forma inmediata, aunque esto no supondrá la solución de la dolencia, siendo imprescindible recibir un tratamiento fisioterapéutico que actúe directamente sobre las causas que hayan provocado la lesión, que aunque variará en función de las características que presente cada paciente, podría poner solución al problema en un periodo aproximado de entre 4 y 6 semanas.