Un reciente informe de la Universidad de Sheffield ha puesto de manifiesto las diferencias significativas en la empleabilidad de las personas con discapacidad en varias regiones de Gran Bretaña. El estudio, centrado en el llamado «Disability Employment Gap» (DEG), revela que existen áreas donde la probabilidad de que las personas con discapacidad encuentren empleo es considerablemente menor en comparación con sus homólogos sin discapacidad.
Desigualdades regionales en el empleo de personas con discapacidad
Las regiones identificadas con el mayor DEG incluyen North Lanarkshire, East Ayrshire, North Ayrshire mainland, Bridgend, Neath Port Talbot, Dumfries y Galloway, así como Durham. En contraste, Buckinghamshire se destaca como la zona con las mejores perspectivas laborales para este colectivo, siendo la que presenta el DEG más bajo.
El informe subraya que el Reino Unido es uno de los países más desiguales en términos espaciales dentro del mundo desarrollado. Mientras que algunas áreas, especialmente en el sur de Inglaterra, prosperan económicamente, otras han quedado rezagadas. En este contexto, las personas con discapacidad que residen en zonas «abandonadas» se ven particularmente desfavorecidas, lo que resalta la necesidad de estrategias que busquen equilibrar la prosperidad a nivel local.
Según el Dr. Mark Bryan, investigador principal del proyecto, «hemos encontrado que las personas con discapacidad pueden tener más que perder al vivir en una zona abandonada; experimentan una variación notable en sus perspectivas laborales dependiendo de la economía local». Esto sugiere que, en tiempos de escasez de empleo, este colectivo se encuentra a menudo al final de la «cola de trabajo», siendo los últimos en ser contratados.
El estudio también revela que las áreas con alta concentración de empleos en sectores del conocimiento, como IT, finanzas, servicios profesionales y educación, son las que presentan los DEGs más bajos. Por el contrario, no se observa una correlación significativa entre las diferencias locales en la atención sanitaria, las instituciones sociales y las políticas de empleo para personas con discapacidad con respecto al DEG.
El Dr. Bryan añade que «atraer inversiones de alto valor tiene el potencial de mejorar las perspectivas laborales de las personas con discapacidad que viven en áreas abandonadas, reduciendo así las disparidades geográficas en el DEG». Sin embargo, aclara que la inversión por sí sola no es una solución mágica, ya que incluso si todas las áreas de Gran Bretaña compartieran las mismas características, seguirían existiendo variaciones considerables en el DEG.
La Dra. Catherine Dennison, responsable del programa de bienestar en la Fundación Nuffield, ha expresado su apoyo al análisis sistemático del equipo sobre por qué la tasa de empleo de las personas con discapacidad sigue siendo significativamente más baja que la de las personas sin discapacidad, enfatizando la importancia de las diferencias regionales. Ella hace un llamado a los gobiernos nacionales y locales para que colaboren en la mejora de las perspectivas laborales para este colectivo, asegurando que el apoyo esté adaptado a las barreras específicas de cada área.
