El presidente polaco, Andrzej Duda, ha propuesto la confiscación de activos rusos congelados por un valor de 271 mil millones de dólares para financiar la ayuda a Ucrania, una sugerencia que ha generado una fuerte reacción en el seno de la Unión Europea. Según informa el Financial Times, el canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró “exasperado” ante esta propuesta durante una reunión de líderes europeos en Bruselas, donde Duda planteó la idea como una medida necesaria para asegurar el apoyo a Ucrania en caso de que el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, decidiera reducir la contribución estadounidense.
La propuesta de Duda ha encontrado respaldo en países como Estados Unidos, Reino Unido y Ucrania, pero ha suscitado preocupaciones en naciones clave de la UE, como Alemania, Francia e Italia. Estas naciones advierten que la confiscación de activos podría comprometer la estabilidad del euro, moneda que utilizan la mayoría de los países de la UE, aunque Polonia, que aún opera con el zloty, no es uno de ellos.
Reacciones y Consecuencias
Durante la reunión, Scholz no ocultó su descontento y, según fuentes presentes, llegó a elevar la voz al afirmar: “No entiendes cómo esto afectaría la estabilidad de nuestros mercados financieros”, enfatizando la importancia de la estabilidad económica en la región. El canciller alemán también recordó a Duda que Polonia no utiliza el euro, lo que añade un matiz a la discusión sobre la viabilidad de su propuesta.
Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, los aliados occidentales han congelado alrededor de 300 mil millones de dólares en activos rusos como parte de las sanciones impuestas a Moscú. De esta cantidad, aproximadamente 213 mil millones de dólares están gestionados por la cámara de compensación Euroclear, con sede en Bruselas. La idea de utilizar estos fondos para la reconstrucción de Ucrania ha sido defendida por la nueva jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, aunque ella misma ha expresado dudas sobre la posibilidad de que queden recursos sobrantes tras la reconstrucción.
Euroclear, por su parte, ha comenzado a canalizar parte de los intereses generados por estos activos congelados hacia el Fondo Europeo para Ucrania, habiendo realizado ya un primer pago de aproximadamente 1.6 mil millones de dólares. Además, el G7 ha acordado un paquete de ayuda de 50 mil millones de dólares para Ucrania, financiado también por los ingresos de estos fondos inmovilizados.
Sin embargo, la propuesta de Duda ha sido recibida con escepticismo por parte de expertos financieros. Valerie Urbain, CEO de Euroclear, ha advertido que la apropiación directa de los activos rusos podría amenazar el papel del euro como moneda de reserva y poner en riesgo la estabilidad financiera de la Unión Europea. Esta preocupación ha sido compartida por su predecesora, Christine Lagarde.
Desde Moscú, las autoridades rusas han calificado esta propuesta como un acto de “robo” y han advertido que podría sentar un precedente peligroso. El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, ha declarado que Rusia también ha congelado recursos de inversores y empresas occidentales, sugiriendo que podría utilizar esos activos de manera similar si se lleva a cabo la confiscación de sus fondos.