Un estudio reciente publicado en la revista Nature Communications por un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala, Suecia, ha documentado la evolución de una población genéticamente distinta de arenque en el mar Báltico, que se alimenta de peces, contrastando con el arenque típico que se nutre de plancton. Este descubrimiento proporciona nueva información sobre la biodiversidad de un ecosistema que ha existido desde el final de la última glaciación, hace aproximadamente 8,000 años.
El arenque atlántico y el arenque báltico desempeñan un papel crucial en sus respectivos ecosistemas, actuando como un eslabón vital entre la producción de plancton y otras especies, incluidas aves marinas, mamíferos marinos y humanos. Investigaciones previas del mismo grupo han evidenciado que el arenque se divide en varias ecotipos que han mostrado adaptaciones genéticas en respuesta a diferentes condiciones climáticas, salinidad y épocas de desove.
Evidencias de un nuevo tipo de arenque
La investigación se inició cuando un pescador local informó a los científicos sobre una población de arenque «que siempre desova justo antes del solsticio de verano y que es del tamaño del arenque atlántico». Este hallazgo llevó a los investigadores a analizar muestras de estos peces, revelando que se trataba de una población genéticamente única que ha evolucionado en el mar Báltico durante cientos, si no miles, de años.
Los investigadores realizaron un análisis exhaustivo de la morfología, los patrones de crecimiento, el contenido de grasa y la presencia de contaminantes ambientales. Un hallazgo notable fue que el arenque grande presentaba daños en los filtros branquiales, que son utilizados por el arenque típico para filtrar plancton. Este daño sugiere un cambio en la dieta hacia un consumo de peces, probablemente incluyendo el espinoso pez stickleback, que presenta espinas afiladas como defensa.
Adicionalmente, se observó que el arenque que se alimenta de peces tiene un contenido de grasa significativamente mayor y niveles reducidos de dioxinas, un contaminante orgánico clorado problemático en el mar Báltico. La menor concentración de dioxinas hace que este tipo de arenque sea más atractivo para el consumo humano.
Tras confirmar que el arenque grande es genéticamente único, los investigadores realizaron una secuenciación del genoma de este arenque y de otros ejemplares de diferentes partes del mar Báltico. Los análisis de contenido estomacal de estos ejemplares mostraron que se alimentaban de peces pequeños. Se ha demostrado así que existen al menos dos subpoblaciones distintas de arenque piscívoro en el mar Báltico, una al norte de Estocolmo y otra al sur.
Una cuestión interesante que surge de esta investigación es la razón por la que el arenque piscívoro ha evolucionado en el mar Báltico, mientras que no se han encontrado evidencias de tal tipo de arenque en el océano Atlántico. Se hipotetiza que la evolución de este arenque se debe a la falta de competencia de otros peces depredadores, como la caballa y el atún, que no están presentes en las áreas donde se encuentra el arenque piscívoro. Así, estos peces han aprovechado un recurso alimenticio subutilizado en el mar Báltico.