El auge de los contratos millonarios en el deporte profesional ha generado un fenómeno notable en el ámbito de la gestión de patrimonios. Recientemente, el contrato de Juan Soto con los New York Mets por la impresionante suma de 765 millones de dólares ha puesto de relieve la riqueza sin precedentes que se está creando en el sector deportivo. Este crecimiento no solo afecta a los atletas, sino que también representa una oportunidad significativa para las firmas de gestión de patrimonios que se encargan de administrar estas inversiones.
Los jugadores universitarios, ahora capaces de obtener cifras de seis y siete dígitos por el uso de su nombre, imagen y semejanza, así como el auge de los deportes femeninos, han contribuido a que la población y riqueza de los atletas profesionales se convierta en un motor clave para el crecimiento en la gestión de patrimonios.
Según Molly Cloud, asesora financiera y directora de deportes y entretenimiento en Morgan Stanley, «los números han disparado», lo que ha complicado y, a la vez, emocionado la tarea de los gestores, quienes ahora deben navegar en un panorama financiero mucho más complejo que hace una década.
Crecimiento y desafíos en la gestión de patrimonios deportivos
Las principales firmas en el sector, como Bernstein, UBS y Goldman Sachs, así como oficinas multifamiliares como Rockefeller Capital Management, están ampliando sus segmentos de deportes y entretenimiento, incluso incorporando a exatletas para atraer a más clientes. James Beale, exjugador de hockey y actual director de desarrollo en Rockefeller, señala que aunque los atletas no son muy diferentes de otros clientes adinerados, su experiencia como deportista le permite entender mejor sus necesidades.
Los asesores financieros destacan que los atletas, al igual que otros clientes de alto patrimonio, dedican la mayor parte de su tiempo a cuidar su físico y entrenar, dejando poco espacio para la gestión de sus inversiones. «Se parecen mucho a un emprendedor que enfoca toda su energía en su negocio», comenta Beale, subrayando la importancia de la asesoría financiera para liberar tiempo y permitirles concentrarse en su carrera.
Sin embargo, los atletas enfrentan retos únicos. A diferencia de los creadores de riqueza que ven crecer su patrimonio con el tiempo, los deportistas suelen recibir grandes sumas a una edad temprana, lo que conlleva riesgos particulares. Stacie Jacobsen, directora nacional de compromiso con clientes en Bernstein Private Wealth Management, menciona que «su relación con el dinero es casi única», resaltando la necesidad de educación financiera para estos jóvenes atletas, quienes a menudo se sienten incómodos al hacer preguntas sobre sus inversiones.
Adicionalmente, la juventud y el enfoque en sus carreras los convierten en presas fáciles para estafas y fraudes. Un ejemplo reciente es el caso del fenómeno de la MLB, Shohei Ohtani, quien descubrió que 16 millones de dólares habían desaparecido de su cuenta, resultado de un robo perpetrado por su intérprete. Un informe de EY reveló que los atletas profesionales perdieron cerca de 600 millones de dólares entre 2004 y 2019 debido a fraudes.
Las complicaciones fiscales también son un desafío considerable. Los atletas a menudo enfrentan el denominado «jock tax», donde deben pagar impuestos en los estados donde juegan, lo que puede ser complicado y requiere una planificación meticulosa. Los asesores trabajan con los atletas para mantener registros detallados y planificar su domicilio fiscal de la mejor manera posible.
El papel de los asesores se extiende más allá de la gestión de inversiones; su tarea principal es ayudar a los atletas a decir «no» a propuestas de amigos o familiares que pueden resultar en decisiones financieras costosas. Jacobsen explica que, si un cliente manifiesta su deseo de comprar un automóvil de lujo que no estaba incluido en el plan financiero original, ella le aconseja esperar y evaluar el impacto de esa compra en su plan financiero a largo plazo.
Históricamente, los atletas solían asociarse con restaurantes y concesionarios de automóviles, pero los jóvenes de hoy buscan participación en empresas tecnológicas de rápido crecimiento y están interesados en criptomonedas e inteligencia artificial. La gestión de patrimonios para atletas implica prepararles para una vida después del deporte, una realidad que muchos deben afrontar debido a la inestabilidad de sus carreras, especialmente en la National Football League (NFL).
Los asesores deben ser no solo defensores de sus clientes mientras están activos en sus carreras, sino también planificadores para el futuro, ayudándoles a desarrollar un equipo profesional y a hacer las preguntas adecuadas sobre su futuro financiero.