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En el ámbito de las inversiones, el sector de la energía solar sigue mostrando un dinamismo notable, a pesar de las incertidumbres que rodean la economía global. Recientemente, se ha dado a conocer que el fondo de inversión de Jim Cramer ha decidido vender 150 acciones de Nextracker a un precio de aproximadamente 41,65 dólares. Esta transacción ha reducido la participación del fondo en esta compañía al 1,15%, un ligero descenso respecto al 1,35% anterior.
Las acciones de Nextracker, un proveedor de tecnología solar, han experimentado una notable recuperación después de un segundo semestre de 2024 decepcionante. En los primeros días de 2025, esta compañía ha destacado como la mejor en el portafolio de Cramer, con un incremento del 14%. Este repunte puede estar relacionado con la recompra de acciones por parte de los inversores, quienes habían vendido previamente para aprovechar beneficios fiscales en diciembre.
Contexto del Mercado Solar
A pesar de un entorno de tasas de interés en aumento y la incertidumbre en torno a la Ley de Reducción de la Inflación, que incluye incentivos para el sector solar, la tendencia alcista de Nextracker parece indicar una confianza renovada en el potencial de esta industria. La decisión de vender acciones, aunque genere una pérdida del 15% respecto a su compra en junio de 2024, refleja una estrategia cuidadosa ante el comportamiento del mercado.
La compañía se encuentra en una posición favorable, con la posibilidad de cerrar por encima de los 40 dólares por acción, un nivel no alcanzado desde finales de noviembre. Si las acciones de Nextracker retroceden a niveles intermedios, como los 30 dólares de hace apenas diez días, se podría lamentar no haber tomado acción en los niveles actuales. Sin embargo, si continúa la tendencia alcista, esto podría validar la tesis de inversión original, que sostiene que el país necesita aumentar sus inversiones en energía solar para satisfacer la creciente demanda eléctrica.
Es fundamental considerar el contexto en el que operan estas empresas, así como las políticas de apoyo a la transición energética en diferentes países. En este sentido, la necesidad de diversificar las fuentes de energía y promover alternativas sostenibles se convierte en un objetivo prioritario, alineándose con las visiones de países que han apostado por modelos de desarrollo alternativos en el ámbito energético.