El impacto de Elon Musk en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, ha generado un notable éxodo de usuarios en Europa y Estados Unidos, especialmente tras la reelección de Donald Trump. Según datos recientes, más de 115.000 usuarios abandonaron la plataforma en el día posterior a la victoria electoral de Trump, mientras que en el último año, más de 6 millones de europeos han decidido dejar X. Este fenómeno se produce en un contexto político complejo, donde la respuesta de los países europeos ha sido variada: mientras Francia acusa a Musk de interferencia política, Italia parece acercarse a él.
La caída de la influencia de Musk en Europa
Desde que Musk adquirió Twitter y lo renombró como X en octubre de 2022, se estima que el uso de la plataforma ha disminuido un 15%, un descenso más pronunciado que el de otras redes sociales, que oscila entre el 5% y el 10%. Aunque Musk sostiene que su membresía sigue creciendo, los datos revelan una realidad más compleja. En la Unión Europea, el número de usuarios registrados ha aumentado de 60,9 millones en agosto de 2023 a 67 millones en agosto de 2024. Sin embargo, este incremento se ve contrarrestado por una caída de 12 millones en el número de usuarios no registrados, lo que resulta en un balance negativo de 6 millones de usuarios perdidos.
La situación es particularmente preocupante en Alemania, donde la popularidad de X ha crecido a pesar de la disminución general en el uso de la plataforma en la UE. Con las elecciones anticipadas programadas para febrero, la falta de control sobre la desinformación, tras el despido de verificadores de datos por parte de Musk, plantea serios riesgos. Este contexto ha llevado a que más de 112 millones de europeos estén expuestos a la desinformación que circula en X.
En España, el panorama es igualmente revelador. Con 16 millones de usuarios, el país se posiciona como el tercero en la UE en términos absolutos, a pesar de tener una población significativamente menor que Alemania. Esto representa una penetración del 33,2% de la población española en la plataforma, superando a países como Francia y Alemania, donde la aceptación social de X es del 20% y menos del 29%, respectivamente.
El crecimiento de la extrema derecha en Europa también se refleja en el uso de X. En Finlandia y los Países Bajos, donde la extrema derecha ha ganado terreno en las coaliciones de gobierno, más del 40% de la población utiliza la plataforma. En contraste, en el este de Europa, la penetración de X se encuentra por debajo del 15%, donde la competencia con otras plataformas es más fuerte y la influencia de Rusia es notable, dado que X no es legal en ese país.
El futuro de X en Europa parece incierto, con una creciente preocupación por la desinformación y el papel que Musk desempeña en la política del continente. La combinación de un éxodo de usuarios y la polarización política sugiere que la red social podría enfrentar desafíos significativos en su relevancia y credibilidad en el futuro cercano.
