El fútbol español se vive intensamente en Arabia Saudí, donde este domingo se celebra la final de la Supercopa de España entre el FC Barcelona y el Real Madrid. Aunque en el país árabe el domingo marca el inicio de la semana laboral, el evento futbolístico se ha convertido en una cita esperada por aficionados locales y españoles. Yeda, la ciudad costera que acoge el partido, ha sido testigo de una gran efervescencia futbolística desde la llegada de los equipos y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El estadio King Abdullah Sports City se prepara para recibir a cerca de 62.000 espectadores, con una audiencia televisiva que superará los 50 millones.
A pesar de que el evento no es festivo en el calendario saudí, la pasión por el fútbol se siente en el ambiente. Sin embargo, las entradas para el partido se han convertido en un lujo; muchos aficionados se han encontrado con la frustrante realidad de que los boletos ya están agotados en los portales oficiales. Las pocas entradas disponibles en el mercado secundario tienen precios que oscilan entre los 800 y 1.300 euros, lo que las hace inalcanzables para la mayoría de los seguidores locales. Esto ha llevado a que algunos aficionados opten por seguir el partido desde casa, mientras que otros se preparan para una larga travesía hacia el estadio, donde se espera un ambiente de gran expectación.
A pesar de la aparente falta de representación visible en las calles, el fútbol es indiscutiblemente el deporte rey en Arabia Saudí. La juventud del país, que representa alrededor del 60% de la población, muestra un gran interés por el balompié. Las expectativas son altas para el Clásico, aunque la presencia de aficionados del Madrid parece ser mayor en comparación con los del Barcelona, como se evidenció en las semifinales del torneo. La Peña Madridista en Arabia, conocida como «Blancos KSA», ha logrado asegurar entradas a precios razonables, mientras que la Penya Barcelonista de Riad aún no ha confirmado su asistencia.
El evento no solo es una oportunidad para disfrutar del mejor fútbol español, sino que también representa un desafío en términos de logística y seguridad. La organización espera que se mantenga un ambiente pacífico y respetuoso, después de los incidentes ocurridos en semifinales, donde algunos aficionados del Mallorca enfrentaron situaciones desagradables. La RFEF ha mostrado su compromiso para que el evento transcurra sin contratiempos. En este contexto, se espera que el fútbol sea el único protagonista de la jornada, dejando de lado cualquier controversia y enfocándose en la pasión que genera este deporte entre miles de aficionados.
