En 2024, la Unión Europea (UE) ha experimentado una notable disminución en el número de solicitudes de asilo, con una caída del 12% en comparación con el año anterior, según datos oficiales de la Agencia Europea de Asilo (EUAA). Este descenso se traduce en un total de 1 millón de solicitudes iniciales presentadas en los 27 Estados miembros de la UE, así como en Noruega y Suiza, frente a los 1,14 millones de 2023.
Las cifras indican que la mayoría de las solicitudes provienen de solicitantes de asilo de origen sirio (15%), seguidos por afganos (8,7%), venezolanos (7,3%) y turcos (5,5%). Alemania se mantiene como el principal destino para los solicitantes de asilo, recibiendo 235.900 solicitudes iniciales. Sin embargo, el país ha visto una disminución del 30,2% en comparación con 2023, según la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF).
Distribución de solicitudes en la UE
España se posiciona como el segundo país más atractivo para los solicitantes de asilo en la UE, con 165.300 solicitudes, seguida de Francia con 158.500 y Italia con 154.800. En contraste, Hungría ha registrado el menor número de solicitudes, con apenas 29 nuevas aplicaciones durante todo el año. Este país ha mantenido una postura de confrontación con Bruselas, rechazando la acogida de solicitantes de asilo y pidiendo reformas en las políticas migratorias del bloque.
A pesar de la disminución general en las solicitudes de asilo, la EUAA ha señalado que ciertos países continúan enfrentando una presión significativa debido a la persistencia de altos números de solicitantes. Este contexto se produce en medio de debates en la UE sobre las políticas migratorias y la distribución de refugiados entre los Estados miembros. Por ejemplo, Suecia ha concedido el menor número de permisos de residencia a solicitantes de asilo en 2024, según informó su Agencia de Migración, en un esfuerzo del gobierno por reducir la inmigración.
La UE sigue recibiendo un considerable flujo de refugiados de Ucrania. Hasta octubre de 2024, aproximadamente 4,2 millones de ucranianos han recibido estatus de protección temporal en el bloque, lo que les otorga acceso a vivienda, educación y oportunidades laborales en los países anfitriones. Este esquema ha sido recientemente ampliado hasta marzo de 2026, aunque algunas naciones de la UE están reevaluando sus mecanismos de apoyo, argumentando que no cuentan con suficientes recursos para hacer frente al aumento de migrantes.
