Oliviero Toscani, el aclamado fotógrafo y publicista italiano, ha fallecido a los 82 años, dejando un legado imborrable en el mundo de la fotografía y la publicidad. Su familia anunció la triste noticia el 13 de enero de 2025, pidiendo privacidad en este momento difícil. Toscani había estado luchando contra la amiloidosis, una enfermedad rara que le causó una drástica pérdida de peso en los últimos años de su vida.
Nacido en 1942, Toscani comenzó su carrera como fotógrafo publicitario y rápidamente se estableció como una figura prominente en la industria de la moda, colaborando con revistas de renombre como Vogue, Elle y Harper’s Bazaar. Su pasión por la fotografía fue inspirada por su padre, Fedele Toscani, quien trabajó como fotoperiodista en Corriere della Sera. Tras completar sus estudios en el Instituto Vittorio Veneto de Milán, se graduó en fotografía en la Universidad de las Artes de Zúrich en 1965.
A los 14 años, Toscani publicó su primera fotografía en un diario milanés, capturando la tristeza de Rachele Mussolini en el funeral de su esposo, Benito Mussolini. A lo largo de su carrera, se convirtió en uno de los fotógrafos publicitarios más innovadores y provocadores del siglo XX. Su colaboración más célebre fue con la marca italiana Benetton, donde abordó temas sociales complejos como la migración, el racismo y la pena de muerte a través de campañas publicitarias audaces y sin filtros.
La asociación con Benetton comenzó en 1982 y se extendió hasta 2000, con un breve reinicio entre 2018 y 2020. Sin embargo, esta relación terminó abruptamente después de que Toscani hiciera comentarios controvertidos sobre el colapso del Puente Morandi en Génova, un desastre que causó la muerte de 43 personas y en el que la familia Benetton tenía intereses empresariales significativos.
Entre sus campañas más memorables se encuentra «Todos los colores del mundo», que lanzó el mensaje de integración de Benetton y ganó numerosos premios, convirtiéndose en sinónimo de la identidad de la marca. Además, Toscani fue el fundador de la revista Colors en 1991 y estableció Fabrica en 1994, un centro internacional para la investigación en artes y comunicación diseñado por el arquitecto japonés Tadao Andō.
Durante su carrera, Toscani exploró diversas problemáticas sociales a través de proyectos fotográficos, como «Corleone» (1997), que retrataba a jóvenes en un centro histórico de la Mafia en Sicilia, y «We, on death row» (2000), que abordaba la injusticia de la pena de muerte. Su trabajo abarcó desde retratos de íconos como John Lennon y Andy Warhol hasta figuras contemporáneas como Claudia Schiffer y Jannik Sinner.
En 2007, Toscani lanzó «Razza Umana», un proyecto fotográfico y de video para las Naciones Unidas, que capturó la diversidad de la humanidad en más de 100 municipios italianos y en países como Israel, Palestina, Japón y Guatemala. En su 80 cumpleaños, celebrado en 2022, Toscani expresó su búsqueda de nuevas caras y su deseo de retratar personas auténticas, alejadas de los estereotipos de belleza convencionales.
Durante la pandemia de COVID-19, su pasión por los retratos se mantuvo viva. Invitó a las personas a capturar su aislamiento a través de autorretratos, publicando las imágenes seleccionadas en el sitio web de La Repubblica. En una de sus iniciativas, instó a los ciudadanos a convertirse en sus propios reporteros, afirmando que tenían «una responsabilidad histórica» en la documentación de sus experiencias durante el confinamiento.
