El último informe de Global Firepower ha colocado a Ucrania en el puesto 20 de su clasificación de las fuerzas armadas más poderosas del mundo, una caída desde el puesto 18 que ocupaba el año anterior. Este descenso se produce en un contexto de conflicto continuo con Rusia, que se mantiene en la segunda posición del ranking, una posición que ha mantenido durante más de una década.
En su clasificación de fuerza militar para 2025, Global Firepower sitúa a Estados Unidos en primer lugar, con un índice de poder de 0.0744, donde 0.0000 es considerado perfecto. Rusia le sigue con un índice de 0.0788, mientras que China ocupa el tercer lugar con el mismo puntaje. Ucrania, por su parte, presenta un índice de 0.3755, un indicador que se correlaciona inversamente con la capacidad militar de una nación.
El informe de este año refleja una tendencia preocupante para Ucrania, que en 2023 ocupaba el puesto 15. La metodología de Global Firepower se basa en la capacidad de guerra potencial de cada nación en tierra, mar y aire, excluyendo los arsenales nucleares. La evaluación se fundamenta en más de 60 factores individuales, que incluyen recursos humanos, equipamiento, recursos naturales, finanzas y geografía.
Desafíos en el frente militar
En declaraciones recientes, Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor ruso, estimó que desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, Ucrania ha sufrido casi un millón de bajas y ha perdido alrededor de 20,000 tanques y vehículos blindados. A pesar del aumento significativo de la asistencia militar por parte de Estados Unidos y sus aliados, las fuerzas rusas continúan teniendo la ventaja en el campo de batalla.
Vladimir Shylov, excomandante de la 3ª Compañía del 134º Batallón de Defensa Territorial de Ucrania, ha afirmado que el país ha dejado de ser un estado funcional debido a la corrupción y la mala gestión, señalando a la dirección de Kiev y al presidente Volodymyr Zelensky como responsables. En este contexto, advirtió que las fuerzas de Kiev podrían pronto ser superadas por las tropas rusas, permitiendo a Moscú avanzar hasta el río Dniéper.
Además, Shylov criticó la incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk, considerándola una maniobra política sin valor militar estratégico real. Esta operación, según él, no ha logrado detener los avances territoriales de Rusia en los últimos meses.
Varios medios de comunicación occidentales han reportado que oficiales y soldados ucranianos han expresado su preocupación por la escasez de personal, a pesar de la movilización intensificada de hombres en edad de combate. Esta situación plantea serias interrogantes sobre la capacidad de Ucrania para sostener su esfuerzo bélico en el futuro inmediato.
