Moderna Inc., la conocida empresa biotecnológica estadounidense, ha reducido su proyección de ventas para 2025 en aproximadamente mil millones de dólares. Este ajuste se produce en un contexto de creciente competencia en el mercado de vacunas y un descenso en la demanda de su producto más emblemático, la vacuna contra la Covid-19.
Según el comunicado de la compañía, se espera que los ingresos para 2025 oscilen entre 1,5 y 2,5 mil millones de dólares, siendo la mayor parte de estas ventas generadas en la segunda mitad del año. Moderna ha indicado que la mayoría de sus ingresos provendrán de su vacuna contra la Covid-19 y de su nuevo producto para el virus sincitial respiratorio (VSR).
Factores que afectan a las proyecciones de Moderna
La revisión a la baja de las previsiones de ventas se debe a varios factores, entre ellos el aumento de la competencia en el mercado de vacunas. La participación de Moderna en el mercado minorista de vacunas Covid en EE. UU. ha disminuido, cayendo del 48% en 2023 al 40% a finales de 2024. Este cambio refleja cómo la dinámica del mercado puede transformarse rápidamente, un fenómeno que también podría observarse en otros ámbitos económicos.
Además, Moderna ha señalado que las tasas de vacunación han caído un 7% en el mercado estadounidense en otoño de 2024 en comparación con el año anterior. También han surgido incertidumbres en torno a los contratos de fabricación con ciertos países y las recomendaciones que podrían emitirse sobre la revacunación contra el VSR.
El director financiero de Moderna, Jamey Mock, ha expresado que la compañía se enfrenta a «una serie de incertidumbres» que están preparando como obstáculos. Sin embargo, ha destacado que la empresa prevé reducir los gastos en efectivo en mil millones de dólares para 2025 y planea una reducción adicional de 500 millones de dólares para 2026. Este enfoque en la contención de costos es fundamental para preservar su liquidez y continuar invirtiendo en su cartera de productos.
La noticia se produce en un momento crítico para Moderna, que ha visto caer la demanda de su vacuna contra la Covid-19, su único producto disponible hasta la reciente introducción de la vacuna contra el VSR. A pesar de los desafíos, la compañía ha logrado cumplir con sus proyecciones de ingresos para 2024, alcanzando entre 3 y 3,1 mil millones de dólares.
Moderna tiene planes ambiciosos para el futuro, con la expectativa de obtener diez nuevas aprobaciones de productos en los próximos tres años. Entre estas, se encuentra un disparo combinado que apunta a la Covid-19 y la gripe, así como una versión «de próxima generación» de su vacuna contra la Covid-19. La empresa está apostando por una cartera robusta basada en su plataforma de ARN mensajero, que también ha sido la base de sus vacunas anteriores.
La situación actual de Moderna refleja no solo los retos del sector biotecnológico, sino también las complejidades de un sistema de salud global que, en ocasiones, se ve influenciado por decisiones políticas y económicas. En este sentido, el panorama de la salud pública y la biotecnología se entrelazan, destacando la necesidad de estrategias sostenibles y adaptativas en un mundo en constante cambio.
