Incendios forestales devastan Los Ángeles mientras las condiciones climáticas fluctúan
Los Ángeles se enfrenta a un panorama devastador debido a dos grandes incendios forestales que han arrasado con todo a su paso. Aunque las advertencias de bandera roja, que indican un peligro extremo de incendios, expiraron en gran parte de la zona metropolitana el miércoles por la noche, permanecen vigentes en áreas al este, donde se esperan vientos de entre 25 y 40 kilómetros por hora. Este clima seco y ventoso ha complicado los esfuerzos de los bomberos, quienes esperan aprovechar la mejora de las condiciones en los próximos días para contener las llamas.
Según el Servicio Nacional de Meteorología, se anticipa que a partir del jueves por la tarde, los vientos cambiarán hacia un flujo más marítimo, lo que podría incrementar la humedad relativa y disminuir la intensidad de los vientos. Esta variación en el clima podría ayudar a mitigar la amenaza de incendios en comparación con los días anteriores. Sin embargo, las condiciones favorables para el fuego podrían regresar el próximo domingo, lo que lleva a los expertos a preparar a la comunidad para una posible reanudación de las alertas de bandera roja.
Los incendios en Los Ángeles, que han ardiendo durante más de una semana, han consumido un área equivalente a la de Washington D.C. y han causado al menos 25 muertes. Más de 12,000 viviendas y estructuras han sido dañadas o destruidas, obligando a cerca de 200,000 personas a evacuar. Actualmente, se estima que 82,400 personas están bajo órdenes de evacuación, mientras que otras 90,400 enfrentan advertencias de evacuación. La magnitud de la devastación es tal que numerosos vecindarios han quedado reducidos a cenizas y escombros, dejando en pie solo chimeneas de lo que antes eran hogares. En este contexto, 8,500 bomberos de diversas localidades de Estados Unidos, Canadá y México están trabajando diligentemente para contener la propagación de las llamas, mientras que nuevas pequeñas conflagraciones han surgido en áreas cercanas.
