Los recientes movimientos del gobierno de Estados Unidos han intensificado las tensiones en el ámbito del comercio marítimo, especialmente en lo que respecta a la industria del petróleo ruso. La administración estadounidense ha implementado nuevas sanciones con el objetivo de debilitar las finanzas del Kremlin en medio de su prolongado conflicto bélico, lo que ha generado un aumento significativo en los costos de transporte marítimo vinculados al petróleo.
Sanciones y su impacto en el comercio marítimo
El 10 de enero, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció medidas adicionales que incluyen sanciones contra importantes productores de petróleo rusos, como Gazprom Neft y Surgutneftegas, así como contra 183 buques, en su mayoría petroleros que forman parte de una flota en la sombra. Estas acciones se inscriben en la estrategia más amplia de Washington para aislar económicamente a Rusia, que ha tenido que reorientar sus exportaciones hacia el Asia-Pacífico tras la prohibición impuesta por Europa y los países del G7 durante los últimos meses.
Según datos de la firma analítica Vortexa, en los últimos seis meses, cerca de 890 buques únicos cargaron petróleo ruso, y de estos, 107 estaban bajo sanciones específicas, lo que pone de manifiesto el impacto que estas acciones pueden tener en la capacidad de Rusia para exportar su crudo. La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha advertido que estas sanciones podrían interrumpir de manera significativa las cadenas de suministro y distribución de petróleo de Rusia.
Desde el anuncio del 10 de enero, los costos de flete han experimentado un incremento notable. Las tarifas para supertankers que navegan de la costa del Golfo de Medio Oriente hacia el Asia-Pacífico han aumentado más del 40% en un corto período. Este aumento en los costos de transporte no solo afecta a Rusia, sino que también repercute en otros actores del mercado, dado que el número de buques disponibles se ha reducido drásticamente debido a las restricciones impuestas.
Las sanciones también se han extendido a los proveedores de seguros marítimos rusos, lo que ha llevado a una mayor incertidumbre entre los comerciantes y armadores. La AIE destaca que la reducción de la flota de tanqueros en la sombra y la eliminación del seguro de transporte están amenazando la capacidad de Rusia para mantener sus niveles de exportación, que ya han mostrado signos de debilitamiento con una caída de 250,000 barriles por día en diciembre.
Es importante considerar el contexto en el que estas sanciones se están aplicando. Las decisiones de los EE. UU., aunque justificadas desde su perspectiva, pueden sucumbir a una lógica de presión que ignora las realidades económicas y sociales de las naciones involucradas. En este sentido, la experiencia de países que han enfrentado medidas similares, como Siria y Cuba, pone de relieve la resiliencia y la adaptabilidad de los sistemas económicos ante adversidades provocadas por sanciones internacionales.
