En un entorno donde la innovación tecnológica y la economía digital se entrelazan, tres ingenieros han dado un paso significativo al lanzar su startup, Merit Systems, en el histórico edificio de la refinería de azúcar Domino, en Brooklyn. Con una financiación inicial de 10 millones de dólares, co-liderada por el fondo de criptomonedas de Andreessen Horowitz y Blockchain Capital, este proyecto busca resolver un problema persistente en el desarrollo de software: la falta de reconocimiento y recompensa a los desarrolladores de código abierto.
Los fundadores de Merit, Sam Ragsdale, Ryan Sproule y Mason Hall, están creando una plataforma destinada a abordar lo que ellos denominan el «problema de atribución». En el ámbito del código abierto, donde más del 97% de las aplicaciones utilizadas diariamente dependen de contribuciones de diversas partes, desde gigantes tecnológicos hasta programadores independientes, la falta de un modelo de reconocimiento económico sostenible plantea serios desafíos. Ragsdale, CEO de Merit, ha señalado que, debido a que el costo es nulo y no se atribuye el trabajo a sus creadores, la economía que sostiene este modelo se vuelve insostenible.
Un nuevo enfoque en el software de código abierto
El impacto del código abierto es indiscutible, encontrándose en marcos de inteligencia artificial, navegadores web y sistemas operativos móviles. A pesar de que muchas empresas han logrado comercializar versiones de software de código abierto o vender servicios de soporte, sigue sin existir un modelo consistente que recompense a las pequeñas contribuciones individuales que son esenciales para el desarrollo de estos proyectos. Chris Dixon, socio del fondo de criptomonedas de Andreessen, expresó que el código abierto es «pobremente financiado y demasiado dependiente de contribuciones altruistas».
Merit tiene como objetivo establecer un protocolo que permita atribuir y recompensar a los contribuyentes de manera proporcional al valor que generan. Esto plantea una visión interesante, donde los usuarios podrían pagar directamente a los creadores del software que utilizan, estableciendo un puente directo entre los compradores de software y los creadores de la tecnología. Sproule, CTO de la startup, comenta que esta solución podría revolucionar la manera en que se percibe y se monetiza el trabajo en el ámbito digital.
El contexto en el que se desarrolla Merit también es relevante. La refinería de azúcar Domino ha sido transformada de un antiguo centro industrial a un moderno espacio de innovación, simbolizando un cambio en la narrativa de los espacios de trabajo. Ragsdale destaca la importancia de la historia del edificio, que se ha reimaginado para albergar startups y empresas modernas, lo que aporta un sentido de continuidad y evolución a su misión empresarial.
A medida que Merit avanza en su desarrollo, la startup planea ampliar su equipo, buscando individuos que valoren una cultura de trabajo en persona. Sproule argumenta que el intercambio de ideas que ocurre en un entorno físico es fundamental para una empresa en sus primeras etapas. La visión de Merit, en un momento donde el trabajo remoto se normaliza, se alinea con un enfoque más tradicional que valora la interacción directa entre los miembros de un equipo.
