El canciller alemán Olaf Scholz ha vuelto a criticar al multimillonario estadounidense Elon Musk, afirmando que la libertad de expresión no debe ser utilizada para promover ideologías de extrema derecha. Estas declaraciones se produjeron durante un evento en Davos, donde Scholz se refirió a un incidente reciente en el que Musk fue acusado de realizar un saludo nazi durante la celebración de la investidura del expresidente Donald Trump.
Scholz subrayó que, aunque existe libertad de expresión en Europa y en Alemania, “lo que no aceptamos es que esto apoye posiciones de extrema derecha”, en clara alusión a las acciones y declaraciones de Musk, quien ha manifestado su apoyo a partidos de este tipo en Europa.
Controversia en torno a Musk y la extrema derecha
El incidente que provocó la indignación fue el gesto de Musk, quien, al dirigirse a los seguidores de Trump en Washington D.C., levantó su mano derecha sobre su corazón y la inclinó hacia arriba, lo que muchos interpretaron como un saludo nazi. Musk desestimó las acusaciones, calificándolas de “trucos sucios” y argumentando que el ataque de “todos son Hitler” está “tan cansado”.
Las críticas hacia Musk no son nuevas. En diciembre, el CEO de Tesla y SpaceX había elogiado al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), afirmando que era el único capaz de “salvar a Alemania” y criticando al canciller Scholz como un “tonto incompetente”. Esta postura ha generado preocupación en el ámbito político europeo, especialmente en Alemania, donde el AfD ha ganado terreno en las encuestas, alcanzando alrededor del 20% de apoyo público.
La reciente transmisión en vivo de Musk con la co-presidenta del AfD, Alice Weidel, ha sido objeto de un escrutinio intenso por parte de la Unión Europea, que ha desplegado a unos 150 especialistas para monitorear el evento, advirtiendo que podría otorgar una “ventaja injusta” al partido en las próximas elecciones anticipadas de Alemania, programadas para finales de febrero.
Las acciones de Musk han suscitado una fuerte reacción de instituciones alemanas, con numerosas universidades y centros de investigación anunciando su salida de la plataforma X, citando una “radicalización creciente” en el entorno digital que Musk ha creado. Scholz ha calificado las acciones del empresario como “completamente inaceptables”, acusándolo de apoyar a la extrema derecha en varios países europeos.
