En el cuarto episodio de la tercera temporada de The Traitors, el veterano de Survivor, Rob Mariano, conocido como “Boston Rob”, sorprendió a la audiencia al traicionar a Bob the Drag Queen, estrella de RuPaul’s Drag Race. Durante una intensa confrontación en la mesa de discusión, Mariano acusó públicamente a Bob de ser un Traidor —lo cual era cierto—, lo que desencadenó la dramática expulsión de Bob del castillo escocés donde se desarrolla el programa.
Sin que los demás concursantes lo supieran, Mariano también era un Traidor y había sabotajeado a uno de sus propios aliados para obtener mayor control e influencia en el juego. Esta traición sorprendió a todos y catapultó a Mariano a la cima de la lista de villanos del programa, ganándose el apodo de “el Padrino” por parte de su compañera de reparto, Danielle Reyes.
El formato de The Traitors se describe como un elevado misterio de asesinato, con giros que aumentan la tensión y la paranoia. Los jugadores se dividen en dos grupos: los Leales y los Traidores, siendo estos últimos un pequeño grupo de saboteadores elegidos por el presentador Alan Cumming antes de que comience el juego. La competencia permite a los concursantes ganar hasta 250.000 dólares, y está diseñada para que la habilidad en el engaño y la duplicidad sean clave para avanzar en el juego, lo que a su vez promete entretenimiento para los espectadores.
La estructura del juego invita a los participantes, muchos de ellos figuras conocidas de otros reality shows como The Real Housewives, Survivor, Big Brother y The Challenge, a adoptar un estilo de juego despiadado. Este fenómeno es especialmente evidente en jugadores como Mariano y Tom Sandoval, conocido por los escándalos en Vanderpump Rules, quienes utilizan su reputación de provocadores a su favor, al menos en el contexto del programa.
Como explica Chris Hart, profesor de psicología en la Universidad de Texas Woman’s, el contexto del juego elimina las sanciones sociales habituales relacionadas con la mentira. En este sentido, lo que podría considerarse un comportamiento reprochable en la vida real se convierte en una fuente de entretenimiento. “Lo que puede ser visto como una grave ofensa en un contexto puede ser celebrado en otro”, afirma Hart.
Andy Dehnart, editor de Reality Blurred, observa a Sandoval como un villano ideal dentro de The Traitors, quien, si juega bien sus cartas, podría tener la oportunidad de rehabilitar su imagen pública. Sin embargo, su pasado reciente, incluido un escándalo de traición, ha influido en su rendimiento en el programa, con conflictos inmediatos que surgen debido a sus conexiones personales.
La presencia de villanos en programas de competencia como The Traitors resulta esencial para mantener la tensión. Ron Simon, curador en jefe del Paley Center for Media, subraya la importancia de estos personajes al indicar que “necesitas la tensión y villanos que agiten la psicología de los demás competidores”. Esta dinámica permite a los espectadores disfrutar de una representación de comportamientos que, aunque moralmente cuestionables, resultan cautivadores en el contexto del espectáculo.
En resumen, The Traitors no solo ofrece un espectáculo de competencia, sino que también explora las complejidades del comportamiento humano a través del engaño y la estrategia, proporcionando a la audiencia una experiencia de entretenimiento singular.
The Traitors se emite los jueves a las 9 p.m. ET en Peacock.