Escalofriantes precios de alojamiento en Belem ante la COP30
Con la próxima celebración de la COP30 en Belem, Brasil, a solo nueve meses de distancia, los precios de alojamiento en la ciudad anfitriona están suscitando preocupación. Este evento, que se llevará a cabo por primera vez en la Amazonía, ha provocado un aumento drástico en las tarifas de alojamiento debido a la escasez de habitaciones y al alto interés que ha generado. Propietarios y empresas de alquiler se sienten animados a fijar precios exorbitantes, llegando a cobrar cantidades que superan los $15,000 por una habitación que, en condiciones normales, costaría menos de $200.
La situación es alarmante en plataformas de reserva como Booking.com y Airbnb, donde se han registrado incrementos de precios que, en algunos casos, superan el 9,500%. Por ejemplo, un apartamento en Belem está listado a $15,266 por una sola noche. En Ananindeua, ciudad cercana, se ofrece una habitación con baño compartido a $9,320 por día, mientras que un espacio que puede acomodar a ocho personas puede costar hasta $446,595 por una estancia de dos semanas. La falta de infraestructura suficiente en Belem, en comparación con otras grandes ciudades brasileñas que han albergado eventos internacionales, añade un nivel de incertidumbre sobre la capacidad de la ciudad para recibir a los 50,000 asistentes que se espera para la cumbre.
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva ha defendido la elección de Belem como sede, destacando la importancia del Amazonas en la regulación del clima. Este año es crucial, ya que los países participantes deberán presentar compromisos actualizados para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, la escalada de precios en el alojamiento está llevando a muchas organizaciones, incluidos grupos ambientalistas y activistas, a reconsiderar su asistencia. La respuesta del gobierno brasileño ha sido el anuncio de la creación de 26,000 nuevas plazas de alojamiento, incluyendo espacios en barcos de crucero y escuelas públicas, con la esperanza de mitigar esta crisis de precios. A pesar de las críticas, algunos defensores argumentan que los desafíos de Belem son menores en comparación con la relevancia de celebrar la cumbre en el corazón de la Amazonía.
