La excongresista demócrata Tulsi Gabbard ha obtenido un respaldo crucial por parte del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos para convertirse en la próxima directora de inteligencia nacional. El comité votó 9-8, siguiendo las líneas partidarias, el pasado martes para avanzar su nominación al Senado completo, lo que establece el escenario para una votación final de confirmación.
Gabbard, veterana militar y candidata presidencial en 2020, ha enfrentado un escrutinio significativo por sus posiciones pasadas, incluyendo su apoyo al denunciante Edward Snowden y su reunión en 2017 con el entonces presidente sirio Bashar al-Assad. Durante su audiencia de confirmación la semana pasada, Gabbard se negó a calificar a Snowden como un traidor, afirmando que él “rompió la ley”.
Apoyo bipartidista y críticas
La senadora republicana Susan Collins, de Maine, un voto clave en la balanza, anunció su apoyo a Gabbard el lunes, citando su visión compartida de reducir el tamaño de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y devolverle su papel original de coordinación. El respaldo de Collins, junto con el de los senadores James Lankford y Todd Young, resultó fundamental para asegurar la aprobación del comité.
El presidente estadounidense Donald Trump expresó su deseo de que Gabbard asuma el cargo de inteligencia nacional a mediados de noviembre, lo que provocó la ira de líderes del establecimiento, quienes catalogaron su selección como un riesgo significativo para la seguridad. En 2022, Gabbard argumentó que el conflicto en Ucrania podría haberse evitado si Estados Unidos “hubiera simplemente reconocido las preocupaciones legítimas de seguridad de Rusia” relacionadas con las ambiciones de Kiev de unirse a la OTAN.
Gabbard abandonó el Partido Demócrata en 2022 y mantuvo un estatus independiente durante dos años. En octubre, reveló su decisión de unirse al Partido Republicano durante un mitin en apoyo a la campaña presidencial de Trump.