En una conferencia de prensa pronunciada ayer martes, el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que el ataque con armas químicas de la semana pasada en la provincia de Idlib de Siria era de “falsa bandera”, una operación falsa puesta en escena por los enemigos de Rusia y Siria para desacreditarlos.
Putin aseguró además que no será el último ataque de falsa bandera, y que más operaciones como esta están por venir.
“Tenemos informes de múltiples fuentes que indican que se están organizando más ataques de falsa bandera como éste. Tienen planeado plantar algún producto químico en los suburbios de Damasco y acusar al gobierno sirio de un ataque», dijo Putin.
«Esto me recuerda mucho de los eventos en 2003, cuando los representantes de Estados Unidos en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU afirmaron que Irak poseía armas de destrucción masiva”, dijo Putin, “la campaña militar fue lanzada posteriormente en Irak y finalizó con la devastación del país, el crecimiento de la amenaza terrorista y la aparición del Estado Islámico en el escenario mundial”, declaró.
“Estas acciones están dirigidas a la creación de un nuevo pretexto para acusar al gobierno de Siria de más ataques de armas químicas y provocar más ataques de los EE.UU.”, dijo.