La ciencia, en algunas de sus diferentes ramas, asegura que tener un perro como mascota produce muchos y variados beneficios. Efectivamente, más allá de tener la amistad de un perro para siempre, existen evidencias científicas, demostradas, de que los propietarios de perros tienen vidas mucho más saludables, completas y felices.
Vivir con un perro es un plus de vitalidad que ofrecer a tu organismo, ya que es seguro que mejorarás la forma física, pues ya sea durante el juego o por la necesidad que tu perro exige de que lo saques a pasear, estarás haciendo ejercicio con frecuencia. Así mismo, un perro te ayuda realmente a desconectar del trabajo y a evadirte de los problemas que a veces complican tu día a día, por lo que tiene un inigualable efecto anti estrés.
Podríamos seguir sumando beneficios, algunos casi mágicos, como que curan la depresión y la ansiedad, que son una inestimable ayuda en la rehabilitación de enfermedades, que pueden detectar el cáncer o niveles bajos de azúcar en sangre, que incluso pueden ayudar a una persona con convulsiones, que fortalecen los organismos de sus dueños, haciéndolos más resistentes… estos son solo unos pocos ejemplos de una larga lista de bondades que estos animales aportan a los hombres.
Por lo tanto, si quieres mejorar tu calidad de vida y la de los tuyos has de elegir un perro, de una raza que sea adecuada para ti, pero también que pueda adaptarse bien al entorno de habitabilidad que le vas a ofrecer. No debes olvidar que el perro tiene unas necesidades de espacio, si no somos capaces de ofrecérselas, mejor que elijamos otra mascota.
El mejor perro de trabajo
La elección de un perro tiene que estar equilibrada entre lo que quieres para ti y, como hemos puntualizado anteriormente, lo que tú puedes ofrecerle a él. Fundamentalmente hay que saber diferenciar entre un perro grande o pequeño, si tiene un terreno donde pueda correr libremente o vives en un apartamento en el centro de la ciudad.
Para el caso de tener un buen campo, terreno o finca que se quiera proteger, debemos tener un perro fuerte, que sea fiel y con grandes dotes de guardián. Y con todos estos atributos, no hay ninguno como el Pastor Alemán, un animal grande, hermoso e inteligente como ninguno.
El Perro Pastor Alemán es la raza más numerosa del mundo y tiene sus orígenes en el programa de cría extremo que Max Von Stephanitz inició a finales del siglo pasado. Utilizando perros pastores de pelo largo, pelo corto y pelo duro de Wurtenberg, Turingia y Barvaria, Von Stephanitz y otros criadores entregados crearon la elegante, entusiasta, obediente y hermosa raza Pastor Alemán. Actualmente, en muchos países sólo la variedad de pelo corto está reconocida para las competiciones de exposición.
Como señala el título de este apartado, esta raza se considera de pastoreo, pero son muy duros para el trabajo, de ahí que se utilicen para muchas funciones, incluso llegando a cruzar la raza con lobos, como es el caso del perro con lobo checoslovaco.
Y es que, efectivamente, este cruce es solo una de las posibles líneas genéticas que encontramos en esta raza de perros, aunque la raza pastor alemán standard tiene un tamaño / peso de entre 56 -66 cm de alto y unos 32 a 43 Kg de peso y se consideran como las características idóneas de la raza. Es posible que tengas o prefieras un pastor alemán de cruce, las medidas y peso, por lo tanto, cambian y esto, evidentemente, dependerá mucho del origen de los padres.
Diferentes líneas genéticas del pastor alemán, el preferido por los niños, el Pastor Blanco Suizo
Aunque el color original de la raza, habitualmente, suele ser el negro con fuego o manchas de ciervo y su manto sea doble y denso, pueden ser rasgos que cambien notablemente si hablamos de cruces que se han realizado, buscando la belleza y la perfección para ciertas tareas.
Se dice que el abuelo del primer Pastor alemán “Horand” (Oficialmente inscrito) era un pastor blanco suizo o albino. Se demostró que este animal no es que fuese albino, sino que tenía un gen recesivo que portan los padres y ofrece esta particularidad blanca a su pelaje. El pastor blanco suizo es completamente blanco, a excepción de la nariz, ojos, labios y almohadillas, e igualmente esta variante también se adapta para el trabajo bajo el sol y de pastoreo.
Si tienes hijos, el pastor alemán blanco hará las delicias de los más pequeños. Además, su personalidad es ligeramente distinta, pues son más sutiles, accesibles, relajados y un poco menos agresivos que el pastor original. Al ser un perro equilibrado es una gran ayuda para tareas como perros lazarillo o perros guía.
Otro tipo de Pastor alemán pueden ser el pastor alemán negro, el Pastor Alemán Alsaciano o de pelo largo, el pastor Alemán Sable o gris, el perro lobo checoslovaco y pastor alemán checo o de línea checa, los pastores alemanes gigantes o enanos… todos con su propia belleza y personalidad. Si quieres aprender más sobre ellos para poder elegir con cuál quedarte, entra en los enlaces reseñados durante el artículo y encontrarás una detalla y completa información de estos elegantes animales.
