El descanso es una necesidad fundamental del cuerpo humano. Cuanto más profundo e ininterrumpido sea el sueño, el efecto renovador y reparador será mayor al despertar. Es por esto que la superficie donde descansamos es importantísima en la calidad del sueño, pues la presión que ejerce sobre nuestro cuerpo puede hacer que cambiemos de postura muchas veces durante el sueño, interrumpiéndolo y haciendo que salgamos de la fase de sueño profundo. Existen algunos materiales maleables que se adaptan a nuestro cuerpo, eliminando la presión en la superficie de descanso y aumentando la sensación de comodidad, y esto hace que nos mantengamos en un estado óptimo para el descanso.
Según los expertos, un colchón óptimo para el descanso debe estar en el punto intermedio entre duro y blando. Existen distintos tipos de colchones en el mercado con diferentes características según nuestras necesidades:
El más habitual es el colchón de muelles. Estos colchones transpiran muy bien por lo que son ideales para zonas de altas temperaturas o personas que tienden a sudar mucho. Son más ecológicos, no presentan problemas ante la humedad y resultan ser más firmes.
Otro tipo de colchón es el de látex. Los colchones de látex, se adaptan a la forma de tu cuerpo de manera uniforme y suelen ser más blandos. Dentro de este tipo de colchones existen varios tipos:
– Sintéticos: Que se obtienen a partir de una formulación sintética del látex. Sin ser látex natural, la sensación es muy similar.
– Mezcla: Se trata de la combinación de entre un 20% y un 50% de látex y espumas, creando una combinación menos propensa a humedades y con un peso más reducido.
– Naturales: Hablamos de un colchón de látex natural cuando posee más de un 85% de látex.
– Espuma: Fabricados normalmente con espuma de poliuretano. Estos colchones no regulan la temperatura adecuadamente y con un uso continuado pierden firmeza. Suelen ser bastante económicos y como ventaja adicional cuentan con gran versatilidad, ya que se pueden cortar a la medida que desees para colocarlo donde quieras.
FACTORES QUE DEBES TENER EN CUENTA A LA HORA DE COMPRAR UN COLCHÓN
Si vamos a comprar un colchón, no conviene comprar a la ligera, y más en este caso, donde un colchón representa un elemento importante en nuestras vidas, pues de él dependerá nuestro descanso y, por ende, nuestra calidad de vida. Puedes encontrar colchones baratos y de calidad si sabes dónde buscar.
A la hora de elegir, deberíamos tener en cuenta los siguientes puntos:
– El precio: Como en todo, el precio de los colchones está en lo que te quieras gastar. Evidentemente un colchón más caro tendrá mejores materiales y más prestaciones que uno de una gama más baja. Lo ideal es encontrar la mejor relación calidad precio para no pagar de más ni renunciar a la comodidad.
– La firmeza: Como hemos comentado anteriormente, lo ideal es encontrar el punto medio. La dureza en la que deberíamos movernos sería de 5 – 6.
– La elasticidad: Una buena elasticidad hará que las partes más pesadas de nuestro cuerpo no se hundan en relación con las otras.
– Buenos acabados: Debemos comprobar que el colchón tiene todas sus costuras sin defectos o interrupciones y por supuesto ningún defecto como manchas o roturas.
– Buenos materiales: Interesa buscar materiales naturales tales como algodón, lana o bambú para facilitar la transpiración.
Teniendo en cuenta estos puntos, ya podemos empezar a decidir qué tipo de colchón buscar. Como consejo adicional para alargar la vida del colchón, se recomienda seguir las instrucciones de cada fabricante en cuanto a tiempo de volteo, así se consigue distribuir el esfuerzo soportado por el colchón y se equilibra entre ambas caras.
También se recomienda cambiar el colchón cada diez años. El hecho de no hacerlo puede derivar en un mal descanso y problemas de espalda.