A la hora de presentar una traducción de forma oficial, debemos tener en cuenta que es esencial comprender la diferencia entre una traducción normal o al uso y una traducción certificada y jurada. Por ello vamos a conocer la figura del traductor jurado, de manera que podamos entender mejor la necesidad de recurrir a él en el caso de que tengamos que presentar cualquier documento con todas las garantías de traducción.
Qué es un traductor jurado
Un traductor jurado es un traductor que ha sido acreditado de forma legal para la realización de cualquier tipo de traducción de contenido de documentos a otra lengua determinada.
Cabe destacar que, los Traductores jurados deben ser autorizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España con el objetivo de dar fe de la traducción, lo cual significa que a partir de ese instante el sello es una muestra de que el contenido del documento original ha sido traducido íntegramente y a la perfección por parte de personal acreditado.
En este sentido tenemos la posibilidad de encontrar traductores jurados que nos pueden prestar sus servicios profesionales para traducir de forma oficial del español a diversos idiomas como pueden ser el inglés, portugués, alemán, italiano, árabe, rumano, francés, ruso, etcétera.
En este sentido es muy importante tener en cuenta que, a la hora de recurrir a cualquier tipo de organismo o empresa que se encuentren ubicados en otro país diferente al nuestro, lo habitual es que nos soliciten traducciones juradas en relación con escrituras de la empresa, titulaciones y en general documentos de carácter oficial.
Por esa razón es tan importante realizar este trámite a través de un traductor jurado, ya que es lo que garantiza a la persona que recibe el documento que la traducción es exacta y cumple en contenido con el documento original.
Qué servicios me ofrece un traductor jurado
Cabe destacar que el traductor jurado puede traducir cualquier tipo de documentos de forma oficial, de manera que vamos a vernos cubiertos en cualquier sentido en que lo necesitemos.
Por ejemplo, algunas de las traducciones juradas más habituales son en relación con expedientes de adopción, certificados de antecedentes penales, certificados de nacimiento, certificados de soltería, certificados de defunción, demandas judiciales, contratos, escrituras de constitución o ampliación de una empresa, informes médicos, informes jurídicos, permisos de trabajo, permisos de residencia, libros de familia, pasaportes, poderes notariales, títulos académicos, sentencias judiciales, expedientes académicos y visados entre muchos otros.
Es decir, cualquier tipo de documento oficial del que necesitemos una traducción jurada, es decir, una traducción que también tenga carácter oficial, podrá ser realizada a través de nuestro traductor jurado con todas las garantías que necesitamos, y es que debemos recordar que un traductor jurado debe cumplir en todo momento con la normativa ISO 17100, que es la que demuestra que todo el proceso se ha llevado a cabo no sólo de manos de profesionales, sino también siguiendo una serie de requerimientos a través de los cuales se puede tener la total garantía de que se trata de un trabajo realizado a la perfección.
En cuanto al precio de una traducción jurada, esto va a depender mucho de la empresa que contratemos, pero cabe destacar que por norma general se suele cobrar por documento en lugar de por palabra como ocurre con otros tipos de traducciones, de manera que, a la hora de solicitar un presupuesto, lo ideal es enviar una copia escaneada de los documentos que hay que traducir, así como deberemos indicar también el idioma de la traducción.
De esta forma se realizará una valoración en función de la cual se nos pasará un presupuesto que podremos aceptar para poder empezar el trabajo cuanto antes y tener nuestros documentos traducidos oficialmente dispuestos en el menor tiempo posible.