El presidente norteamericano pronunció la noche del jueves las declaraciones más agresivas contra el líder norcoreano desde que comenzó el período de apaciguamiento a principios de marzo. Donald Trump amenazó a Kim Jong-un, diciendo que el joven líder puede acabar como Muammar Gadafi si no entrega sus armas nucleares en breve y por completo. Y lo sugirió al lado del secretario general de la OTAN; Jens Stoltenberg.
Trump respondía a preguntas de los periodistas en la Casa Blanca en el momento en que fue interrogado sobre el llamado «modelo libio», la «solución» presentada hace días por su consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, como el formato indicado para la desnuclearización de Corea del Norte. La sugerencia de Bolton fue recibida con violencia en Pyongyang.
«Si consideramos lo que le sucedió con Gadafi, sería una decepción total», comenzó diciendo Trump, entendiendo que «el modelo libio» es una intervención militar en Corea del Norte. «Si no conseguimos un acuerdo, muy probablemente lleguemos a una intervención militar, pero lo conseguimos, creo que Kim Jong-un quedará muy muy satisfecho».
El «modelo libio» se refiere al desarme nuclear voluntario de Gadafi, no a la intervención militar en Libia. Era a eso a lo que John Bolton se refería cuando lo sugirió hace días en Fox News que deberían conseguir el modelo libio. Gadafi aceptó promesas de acercamiento a los países occidentales a cambio de su desarme nuclear, en 2003, y cuando se desarmó, el país fue bombardeado, invadido, y el que fuera el país más desarrollado del continente africano es hoy un páramo plagado de cadáveres, ingobernable y sumido en la miseria.
La amenaza de Trump puede salirle muy cara. Corea del Norte congeló los contactos con el Sur a principios de esta semana, poniendo también en duda la cumbre de junio con Trump. Pyongyang dice que está dando un paso atrás en la relación estadounidense debido a la reciente sugerencia de Bolton y a la propuesta de aplicar el «modelo libio» en Corea.
Pyongyang considera que las armas nucleares son el único elemento absolutamente disuasorio contra una invasión de la OTAN, y el tiempo le da la razón.