La crisis económica mundial puso en peligro los bolsillos de muchas familias. Aunque no fueron los únicos en sufrir las consecuencias, ya que no pocas empresas se han visto en apuros para atender sus pagos. En parte por el aumento de la morosidad y los retrasos de los clientes a la hora de saldar sus deudas, y por otro lado, debido a que los bancos cerraron de forma drástica el acceso al crédito, frenando en seco muchos planes y proyectos.
Los microcréditos han sido para muchos particulares una tabla de salvación en situaciones muy comprometidas. Y si analizamos las noticias sobre pymes y franquicias, algunos negocios se han preguntado si existe la probabilidad de encontrar una fórmula parecida para ellos.
Créditos rápidos para empresas: algo distintos a los personales
En principio se puede decir que sí existen los créditos rápidos para empresas. De hecho algunas entidades de crédito online se están especializando en este campo, apoyando económicamente a aquellos negocios que tienen un proyecto parado por falta de fondos.
No obstante, existen diferencias significativas entre los préstamos a particulares y los que se conceden a las empresas que los solicitan. Por ejemplo, cuando se demora en el pago un microcrédito, los intereses de demora son muy elevados, mientras que para las empresas estos intereses no son tan altos, aunque evidentemente también se penalizan los retrasos.
Posiblemente lo más significativo en cuanto a diferencias entre préstamos rápidos a particulares y a empresas sea la cantidad de dinero que se presta. En el primer caso, rara vez se superan unos cientos de euros, mientras que para negocios la cantidad mínima es de unos tres mil euros.
Las ventajas del mundo online
Es evidente que nada de esto sería posible si no existiera Internet. Y es que la red se ha convertido en uno de los recursos más potentes del mundo en muchos sentidos. Se utiliza prácticamente en cualquier ámbito relacionado con las empresas, como la facturación electrónica que cada vez es más habitual y ofrece ventajas interesantes. En países como Colombia ya se está regulando su uso, hasta el punto de que algunos se plantean ponerla como obligatoria.
Los préstamos en línea para empresas tienen la ventaja de poder dar una respuesta en un plazo muy corto. A diferencia de lo que tarda un banco en decidir si aprueba o no una solicitud, un crédito online puede ser concedido en unas 48 horas, con lo que es una opción muy interesante cuando surge una gran oportunidad que hay que aprovechar en el momento.
Plazos y documentación
Los préstamos rápidos a particulares no requieren presentar documentos. Además, el plazo de devolución es muy corto, normalmente menos de un mes, ya que suelen estar destinados a cubrir imprevistos.
Para las empresas existen unas condiciones distintas, puesto que se trata de una operación con un objetivo diferente. De hecho, uno de los tipos de contratos mercantiles que existen actualmente es para préstamos. En estos casos debe indicarse el porqué de la solicitud y presentarse una serie de documentos que demuestren que se trata de motivos reales. También hay diferencias respecto a los plazos, que suelen alargarse varios meses. En parte porque las cantidades que se prestan también son mayores, como hemos comentado antes.
¿Qué lleva a una empresa a necesitar dinero urgente?
Básicamente existen tres motivos por los que un negocio puede tener necesidad de conseguir un préstamo rápido.
Desde que empezó la crisis muchas empresas han sufrido un descenso de la demanda, por lo que sus ingresos se han visto reducidos y han tenido que recurrir a alternativas.
También se ha disparado el porcentaje de impagos, tanto por parte de clientes particulares como incluso de organismos públicos, que han llegado a tardar un año o más en pagar sus facturas. E incluso algunos no lo han hecho.
También hay empresas que no han sabido planificar bien su economía, y mientras lo ajustan necesitan afrontar pagos, para lo que recurren a los préstamos online.
En resumen, sí que existen los préstamos rápidos para empresas, aunque tienen ciertas particularidades que los hacen distintos a los créditos que se anuncian para particulares.