La belleza de las Islas Baleares atrae cada año a millones de turistas, de hecho, en el 2017 fueron más de 19 millones y medio de viajeros de más de 32 países los que visitaron Mallorca, Menorca, Cabrera, Ibiza y Formentera según datos de la oficina de turismo del Govern Balear. Una de las razones por las que los turistas visitan la isla son las las increíbles playas que esconden cada una de las islas, aunque también hay otros muchos motivos por los que viajar al archipiélago que vamos a resumir en este artículo.
Las playas de Menorca y Mallorca
Existe una frase muy famosa que dice que las Baleares son el paraíso del Mediterráneo y algo de razón tiene. Y es que el archipiélago es uno de los lugares turísticos por excelencia gracias a su clima, su gente y sobre todo por la calidad de sus arenales y calas escondidas.
No es fácil resumir y elegir de entre todas las playas de Menorca ya que la segunda isla en tamaño del archipiélago esconde una amplia variedad de calas y playas con un factor común, el azul verde turquesa de sus aguas.
Si hubiera que elegir algunas de estas playas nos quedaríamos con las clásicos Cala Mitjana y Mitjaneta, la playa de Algaiarens o también conocida como La Vall y la Cala Pregonda o la cala roja a consecuencia del color de sus arenas rojizas proveniente de la cantidad de rocas escarpadas a lo largo de su litoral.
Mención aparte son las playas de Mallorca que al igual que las de Menorca poco o nada tienen que envidiar a las del Caribe, como la Cala Torrent de Pareis o Cala Sa Calobra, la Cala Torta, Es Trenc, la Cala Tuent o la Playa S’Amarador al lado de la Cala Mondragó hacen que merezca la pena visitar la joya del Mediterráneo.
¿Qué ver en las Islas Baleares?
Las Islas Baleares se adaptan a toda clase de viajeros, desde familias con hijos, a parejas, a grupos de amigas y amigos solteros e incluso de forma individual. Los pueblos del interior, la belleza de sus costas, los arenales y calas escondidas junto a su rica y variada gastronomía con influencia mediterránea hacen de estas islas un paraíso que se encuentra más cerca de lo que parece.
En Palma de Mallorca, la isla más grande del archipiélago, lo que más llama la atención es el centro que cuenta con un paseo desde donde podremos llegar a los sitios más característicos de la capital. Entre ellos se encuentran lugares como el Palacio Real de la Almudaína, la famosa catedral de La Seu, los museos de Es Baluard y e Palau March.
Por supuesto, debemos visitar el casco urbano y las calles estrechas cercanas a la Plaza Mayor además del paseo marítimo situado en primera línea de playa.
Otros lugares de la isla que merece la pena visitar son el Cap del Formentor en la Serra de Tramuntana, Pollença donde puedes subir los 365 escalones del Puig del Calvari, las Cuevas del Drach, el castillo de Bellver a pocos kilómetros de la capital o Sóller, entre otros destinos.
Menorca no es una excepción a la belleza del archipiélago ya que esconde pueblecitos y rincones como Maó, (el nombre oficial) o también conocido como Mahón y la Ciutadella de Menorca con parada turística obligatoria para visitar sus restos arqueológicos en la Naveta des Tudons.
Finalmente, no podemos dejar de ir a Ibiza y ver lugares como la fortaleza ibicenca Dalt Vila un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO o visitar el Mirador de La Mola en Formentera para apreciar la belleza del istmo de la isla.