La decoración de un hogar está compuesta por todos los objetos y adornos que habitan en ese espacio. Dentro de esta gama de decoraciones se incluyen las más hermosas de todas: las naturales. Un hogar no está completo sin que una bonita planta otorgue su esplendor y su vital oxígeno.
Ya sea en macetas o en jardines, las plantas cambian la atmósfera de una casa para entregar ese cálido toque lleno de vida. El mantenimiento y cuidado de las plantas en casa es una responsabilidad gratificante, por eso se recomienda aprender un poco sobre ellas y sus cuidados.
Plantas medicinales para cultivar en casa
Una de las ventajas de tener plantas medicinales para cultivar en casa es la posibilidad de poder tratar un gran número de síntomas o enfermedades sin la necesidad de recurrir a la medicina tradicional.
Las plantas medicinales son todas aquellas que tienen propiedades en sus hojas, tallos, flores y/o raíces, que puedan aportan algún beneficio a corto o largo plazo. Aparte de curar, en su mayoría muestran una hermosa estética y aportan aromas que fomentan la relajación y el alivio.
Existen muchas variedades de plantas medicinales, como por ejemplo la albahaca. No solo se usa en las comidas, dado que las infusiones de sus hojas, con un toque de limón, son capaces de aliviar dolores estomacales y de garganta. El ajo es otra planta que no está de más tener en el hogar, con la cantidad de bondades que aporta a la salud, también se puede usar para condimentar las comidas.
Otra planta que nunca falta en ninguna casa de antaño es la sábila. El aloe vera tiene innumerables bondades comprobadas para la piel, de modo que no puede faltar en ningún hogar.
La lavanda, la hierbabuena, la menta y el jazmín son unas plantas bastante fáciles de cuidar y entregan bonitos colores y aromas. Las infusiones de cualquiera de estas plantas sirven para variados síntomas, pero tienen especial aprecio a la hora de relajar y dar paz mental. Una buena razón para cultivarlas.
Jardín exótico
En https://lasplantascarnivoras.info/ se pueden saciar los gustos más exóticos en cuanto a jardinería. Las plantas carnívoras son unas raras especies que adquieren sus nutrientes principales a base de elementos orgánicos que captura y digiere.
Son en realidad plantas insectívoras, es decir, se alimentan a base de insectos que captura. Alimentarlas con moscas, mosquitos y arañas será toda una labor tanto divertida como inusual. Cada planta tiene su propio «plato favorito».
Estos seres son peculiares especímenes que se pueden cultivar en casa sin muchos inconvenientes. Sus cuidados se deben seguir y estar pendiente de su evolución, pues si desmejoran, es síntoma de que algo malo está pasando con ellas.
Al momento de iniciarse en este tipo de jardinería, se recomienda elegir unas especies llamativas y de fáciles cuidados, como la Drosera capensis, una bonita atrapa moscas, que quizás no sea tan clásica como la Dionaea muscipula, la trampa para moscas de Venus, pero es igual de gratificante al verla crecer. En particular, la Drosera se adapta fácilmente a cualquier ambiente.
El secreto para cultivar: Compost
El compost es un aglomerado de diferentes elementos de origen orgánicos, sometidos a diferentes procesos de oxidación. Estos le añaden excelentes cualidades y le entregan su gran valor en cuanto a fertilización.
Este elemento es de gran utilidad para mantener a las plantas en su mejor momento, pues alimenta y refresca la tierra al aportar carbono, lo que permite desarrollar criaturas que ayudan a mejorar las condiciones de la tierra.
Para hacer compost de manera sencilla en casa, solo se necesita un espacio despejado que tenga suficiente sombra, pero que no reciba demasiado frío en el invierno. Después de ubicar el compostador, se rellena la caja con unos 20 cm de paja, luego se llena con elementos naturales y se deja madurar hasta que tenga la textura arenosa que las plantas necesitan.
Esta es la mejor manera de reciclar desechos de comida, cáscaras de verduras y demás frutas. Es importante que se mezcle constantemente, pues al airear el elemento se evita la putrefacción y se permite la oxidación, la cual es fundamental. Después de unos 3 meses aproximadamente, se obtendrá un fertilizante natural.