En general dejar cualquier adicción no es una tarea sencilla, pero es cuestión de querer para poder. Es decir, dejar de beber alcohol no puede ser una imposición de otra persona, si nosotros no somos conscientes de que tenemos un problema jamás podremos lograrlo.
Dicho de otro modo, es necesario que seamos nosotros mismos los que demos el paso adelante viendo el problema que tenemos y queriendo solucionarlo lo antes posible. En este arduo camino que se tiene por delante la motivación es algo esencial.
Todo es más sencillo si se buscan los apoyos adecuados
Dejar la adicción de beber alcohol supone dejar de lado muchas rutinas y actividades que seguramente estén fuertemente arraigadas a nosotros. A veces supone tener que dejar de salir con nuestros amigos o juntarnos en familia, es decir, dejar de lado todo aquello que tenga relación con el alcohol para poder salir de ese abismo.
Esto no es una cuestión sencilla, por tal motivo debemos buscar los apoyos necesarios para lograrlo. No siempre tienen que ser amigos o la familia, también pueden ser profesionales, podemos dejar el alcohol en Alicante con el método Exii.
Es necesario dar un paso al frente y ponerse en manos de especialistas para conseguir unos mejores resultados. Asimismo, sólo es necesario acudir varias veces en semana a una consulta ambulatoria, donde nos atenderá una unidad con un profesional experto en conductas adictivas.
En otras palabras, admitir que tenemos este problema no siempre es fácil, sobre todo de cara ‘’al qué dirán’’, pero en esta Unidad de Atención se garantiza la confidencialidad total del paciente, para que esté totalmente tranquilo, por lo que simplemente será como acudir a un médico normal y corriente.
Se podrá conseguir de una manera más directa y profesional lograr dejar esa dependencia alcohólica, con los consejos y el seguimiento experto de un profesional de este sector.
Dejar el alcohol es una cuestión de tiempo y perspectiva
Una persona que es alcohólica no puede pretender dejar de serlo en unas semanas. De hecho, si disminuimos el consumo de alcohol de manera drástica lo único que lograremos es un efecto rebote.
Es importante hacer las cosas de una manera paulatina para tratar de minimizar lo máximo posible el síndrome de abstinencia. Dicho de otro modo, como la persona que es adicta a la otras sustancias, si lo deja de golpe, su cuerpo va a pasar por diferentes estados por la falta de la misma en su cuerpo, pues ocurre lo mismo con el alcohol.
Por eso mismo es conveniente realizarlo poco a poco, pero esto también dependerá del consumo habitual que suela tener la persona alcohólica. Si es de manera diaria, varias veces al día, lo principal sería reducir las dosis a una o dos veces al día, y siempre habiendo comido antes.
Después de eso, se intentará ir reduciendo a varias en veces en semana, para progresivamente pasar a hacerlo sólo dos veces, luego una y así hasta que se logre eliminar por completo su consumo.
En la mayoría de los casos de alcoholismo ocurre como con el tabaco, que se crea una serie de hábitos alrededor del mismo y por eso es más costoso lograr dejarlo. Si éste es el caso, se deben sustituir esas rutinas por otras como por ejemplo, dejar de ir al bar a jugar a las cartas por salir a hacer ejercicio físico, o juntarse los domingos con los amigos para cenar o para tomar café, y así sucesivamente.
Con el paso del tiempo, nuestro cuerpo no necesitará ese estado alterado que nos provocaba el alcohol, una vez se logre pasar el umbral de la abstinencia o necesidad psicológica, todo será mucho más fácil y dinámico.
Asimismo, es conveniente resaltar que conforme se vayan reduciendo las dosis de alcohol en el organismo, se producirán otros efectos para la salud. El sentimiento será mucho mejor, sobre todo a nivel psicológico, pero también de manera física, teniendo en cuenta que el alcohol provoca también efectos negativos en nuestra salud en general.