En plenas negociaciones para formar gobierno, tras el acuerdo del abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, y tras el apoyo mayoritario de la militancia del PSOE (92%) al acuerdo electoral, ahora es tiempo de establecer negociaciones con Esquerra Republicana de Cataluña, cuyos votos son fundamentales para la formación de un gobierno en España, y oportunidad que no van a desaprovechar los Rufián para intentar chantajear a PSOE y Unidos Podemos y conseguir avances en la independencia de Cataluña.
El Vicepresidente de la Generalitat Pere Aragonès ya ha avisado de cuales serán las condiciones que impondrá a Sánchez a cambio del sí a la investidura: Negociación entre gobiernos, español y catalán, de igual a igual; Reunión antes de la investidura para establecer un calendario de debate claro, compromiso de aplicación de los acuerdos alcanzados, y por último referéndum en Cataluña para sellar ante la ciudadanía lo firmado por ERC con PSOE y UP.
En esta situación, la militancia de ERC ha avalado hoy, con una mayoría amplia, que los republicanos no apoyen la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español si antes de la votación no llegan a un acuerdo con el PSOE para abordar el conflicto en Cataluña en una mesa de negociación.
El diálogo debe ser entre iguales, entre los gobiernos ‘, dijo la portavoz del partido, Marta Vilalta, en la conferencia de prensa en la que ha anunciado el resultado de la consulta. El no ha obtenido sólo el 5,4% de los votos. Vilalta ha insistido en que hay una negociación y un diálogo de gobierno a gobierno.
‘Puede ser un primer paso para caminar hacia una solución democrática entre Cataluña y España’, ha dicho Vilalta, que ha reiterado las condiciones expuestas ayer por Pere Aragonés , coordinador nacional del partido y vicepresidente del gobierno catalán, en un artículo en La Vanguardia. El equipo negociador designado por ERC – Marta Vilalta , Gabriel Rufián y Josep Maria Jové – se reunirá con los representantes del PSOE para continuar explorando un posible acuerdo que facilite la abstención de los republicanos a la investidura de Sánchez, lo que permitiría que el gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos saliera adelante.
