Cuando aparece una situación financiera extrema, los préstamos rápidos son una solución pronta y fácil. Pagar el alquiler, pagar en efectivo por una emergencia médica o evitar un retraso en el pago de una tarjeta de crédito, son algunos de los imprevistos financieros a los que tenemos que enfrentarnos alguna vez. A continuación, explicamos más beneficios que ofrecen este tipo de préstamos.
Los préstamos rápidos son una de las mejores opciones para conseguir dinero en poco tiempo. Si nos enfrentamos a algunos gastos urgentes y no tenemos el efectivo necesario, estos productos financieros pueden ser una buena solución. El proceso de solicitud es relativamente rápido considerando que son pocos los datos personales y económicos que precisan.
Beneficios de los préstamos rápidos
La principal ventaja de los préstamos rápidos es que pueden concederse aún teniendo deudas y constando en un fichero de morosos. Los préstamos sin importar ASNEF pueden ayudar a muchas personas que se encuentran en situaciones complicadas pero que deben cuotas de otros préstamos, productos o servicios. En estos casos, los préstamos rápidos son muy útiles para afrontar esa deuda.
La historia de los micropréstamos se remonta a 1974. Los primeros préstamos rápidos en efectivo se otorgaron a las personas más pobres, que, gracias a los fondos prestados, pudieron abrir su pequeña empresa y mejorar así su situación financiera. En la actualidad, los préstamos rápidos online se han convertido en una alternativa a los préstamos bancarios para todos.
Ofrecen dinero rápido
Tanto si se piden online o físicamente, los formularios de los préstamos rápidos son fáciles, directos y requieren poca información. Por lo general, se puede obtener la aprobación en cuestión de minutos y, en general, conseguir el efectivo el mismo día o al siguiente.
Son cómodos
Para pedir un préstamo rápido no hay que pedir cita con una entidad financiera o un banco. Tampoco es necesario proporcionar información extensa que pueda requerir alguna investigación personal. Los formularios son fáciles e incluso se conceden de un día para otro. A diferencia de los préstamos tradicionales, los préstamos rápidos se pueden usar para cualquier cosa: facturas, reparaciones, pagos con tarjeta de crédito, etc.
Exigen pocos requisitos
A diferencia de los préstamos bancarios, no es necesario presentar ninguna garantía, como una casa o tener un historial crediticio perfecto. Los requisitos básicos para un préstamo rápido es contar con un ingreso estable, una cuenta corriente, tener más de 18 años y demostrar la residencia española. Además, el prestamista no tiene en cuenta el historial crediticio para determinar si otorga o rechaza una solicitud. Sin embargo, deber dinero a otra entidad o ser moroso puede afectar las tasas de interés, aunque no a la cantidad de dinero que se solicita. Esto implica que un buen historial de pago reduce las tasas de interés de este producto financiero.
Pueden ampliarse
La mayoría de las entidades que ofrecen préstamos rápidos permiten a los prestatarios extender los períodos de reembolso de los préstamos en caso de circunstancias imprevistas. Sin embargo, al usar este servicio, se debe estudiar cuidadosamente las condiciones de este acuerdo. Algunas entidades aumentan las tasas de interés, mientras que otros permiten una extensión de préstamo solo si el prestatario aún no ha realizado un pago para pagar la deuda. En cualquier caso, es mejor extender el período de reembolso del préstamo que permitir la demora y, en consecuencia, la inclusión en un fichero de morosos.
Ofrecen bonificaciones
La mayoría de las entidades de microfinanzas ofrecen a los clientes habituales programas de bonificación con condiciones crediticias más favorables. En particular, los clientes habituales pueden ser beneficiados con una tasa de interés reducida, una mayor cuantía de préstamo y un período de reembolso más largo. Otra de las ventajas es que algunas entidades ofrecen un préstamo sin intereses por una pequeña cantidad a nuevos clientes.