Incentivar la imaginación, el desarrollo y la diversión son algunos de los beneficios que los juguetes proporcionan a los niños. El regalo ideal debe tener un toque creativo para que sea inolvidable, y si añade además aprendizaje, será un obsequio aún más apreciado.
Un buen juguete debe ser, además de original y atractivo, una herramienta tanto para la diversión como para incentivar el aprendizaje. Un secreto a la hora de elegir un excelente obsequio para un niño es buscar aquellos artículos que despierten la imaginación, dándole la libertad de experimentar y aprender jugando.
Cuando se procura agradar a uno de los pequeños de la casa o a uno de sus amigos en su cumpleaños, existen múltiples opciones entre las que poder elegir. Una guía para esta selección es conocer la edad y los intereses del niño para el que va destinado.
De forma online se pueden encontrar páginas especializadas en ofrecer ideas de regalos para niños teniendo cosas que gustan a la mayoría, y donde se pueden encontrar listados con los más vendidos, los que tienen más alta valoración o aquellos más recomendados por expertos. En vista que el sector de la juguetería es muy amplio, una guía facilita mucho la tarea para elegir.
Hay alternativas muy originales, como cojines para tablets y libros, kits de primeros auxilios con nombres curiosos, kits para encontrar gemas, juegos de mesa, tablets gráficas para realizar dibujos, caja de luz de cine, sets para construir montañas rusas a escala, legos, peluches y tazas personalizadas, entre muchos otros.
Los intereses de los pequeños y aquello que despierte su imaginación pueden orientar el camino para encontrar el detalle perfecto, como un kit para construir una moto de madera si le gusta la mecánica, o una lámpara en forma de luna para quienes les gusta todo lo relacionado con el espacio.
Robots para aprender
La tecnología da la oportunidad de ofrecer a los pequeños de la casa, ciertas herramientas ideales para jugar y aprender. En este sentido, los robots para niños, además de ser divertidos, añaden innumerables beneficios, tanto en el aula como en el hogar. En un mundo tan tecnológico como el actual, es lógico que la robótica se una a la educación, pero esto no tiene que estar reñido con el entretenimiento.
La robótica une la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, y se ha convertido en una nueva rama del aprendizaje denominada STEM, por sus siglas en inglés, y que apoya a la educación tradicional para reforzar una gran variedad de habilidades. Los robots programables favorecen el desarrollo de la capacidad de resolver problemas y el pensamiento crítico.
En el mercado existen muchas alternativas para elegir. El Bee Bot, por ejemplo, está destinado a niños de más de tres años que promueve la interacción y la empatía, el desarrollo de la orientación y el aprendizaje de números, el alfabeto y la lectura; el Ozobot es un aliado para creatividad, favorece el trabajo en equipo a través de la elaboración de laberintos de colores y codificación de estrategias.
Para los más avanzados, una buena opción es el Makeblock mBot, el cual se programa para múltiples acciones que pueden ser controladas por medio del móvil o la tablet. Al ser desmontable, permite desarrollar habilidades manuales y cognitivas.
Educar jugando
En la misma línea de aprender jugando, un obsequio ideal se puede seleccionar entre los mejores productos Montessori, que están basados en una metodología enfocada en el aprendizaje a través de la experimentación de manera lúdica. Se trata de un cambio de paradigma que deja un amplio espacio a la imaginación y la idea es ofrecer juguetes que estimulen el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños.
El beneficio principal de este tipo de juguetes es que, además de ser entretenidos, desarrollan la concentración, la memoria, la coordinación, la motricidad y la lógica, a la par de conocer sobre los números, formas, colores, animales y demás factores de la vida real, de manera muy sencilla y didáctica.
Entre la gran variedad de juguetes que utilizan el método Montessori están los de apilar y encajar, los cuales funcionan como una especie de rompecabezas desmontables, de mucho colorido e inventiva; el tablero para aprender los números, el cual es didáctico y ayuda a la motricidad, y la casita de cerraduras que entrena la destreza manual.
La habilidad en la coordinación y la lógica se potencia con los rompecabezas en forma de huevo, el tablero con cuentas y palillos, o la pesca magnética, que además, fomentan la capacidad de experimentar.